«Podríamos haber sido cualquiera de nosotras»

Vecinos de los barrios de Begoña, Uribarri y de la plaza del Gas recorrieron ayer con EL CORREO el parque y señalaron los lugares potencialmente más peligrosos de sus casi 19 hectáreas. Tres son los puntos que más temor suscitan: la zona del antiguo ascensor que conectaba con el Casco Viejo, el entorno de la zona deportiva que antaño acogió los grandes conciertos de la Aste Nagusia y la parte alta situada entre esta explanada, el tanatorio y la avenida Zumalakarregi. Un lugar que algunos llaman El Garrotal y que fue donde los seis detenidos se turnaron para abusar de su víctima.

«Las tres son las zonas del parque más peligrosas. Ves que en ellas se reúnen grupos de gente con mala pinta que te hacen estar alerta. Cuando he tenido que cruzar cerca ya me ha pasado que algún tipo de estas pandillas se me ha intentado acercar diciéndome cosas. Yo comienzo a caminar más rápido, aunque siempre que sucede les miro desafiante, que sepan que me estoy quedando con su cara».

La que habla es Elízabet Blanco. Durante muchos años ha vivido junto al parque y, aunque ahora reside en el barrio bilbaíno de Otxarkoaga, regresa a él con sus perros todas las mañanas que puede. De unos años para acá hay puntos que han dejado de formar parte de su ruta de paseo. «Antes era un lugar más seguro, pero hace quince años empezó a cambiar y hay sitios que a partir de ciertas horas es mejor evitar. Un día lo que le ha sucedido a esta chica me puede pasar a mí o a cualquier otra mujer», recalca.

Los vecinos se reunían ayer en corrillos. Y lo ocurrido a la joven era el tema de todas las conversaciones. La indignación se mezclaba con el pesar. «No nos podemos imaginar lo que deben estar pasando la niña y su familia. Lo sentimos mucho», coincidían todos. Y exigían «mano firme contra los violadores y más presencia policial, y en especial a pie, en este parque». Porque más de una mujer se ha llevado un susto en Etxebarria. Maialen Quintanilla es una de ellas. Y fue esta misma semana y en una zona, a priori, más abierta y sin riesgo. En el espacio donde los perros pueden pasear sueltos. «El lunes a las diez de la mañana se me acercó un joven magrebí. Intentó agredirme sexualmente, pero me pude escapar y, mientras llamaba por teléfono al 112, me di la vuelta y vi que se había ido a un árbol y estaba masturbándose», recuerda. «Podríamos haber sido cualquiera de las mujeres que venimos a Etxebarria», advertía Quintanilla en referencia a la brutal agresión del jueves.

Porque las que realmente tienen miedo por lo que les pueda ocurrir son las mujeres. Para chicos como Arkaitz y Gaizka el parque de Etxebarria «no es un lugar peligroso», aunque sí reconocen que a la noche hay zonas que conviene evitar y en las que «suele haber jaleos y peleas entre grupos». Sí que notan que según avanza el verano cada vez «aparece más gente que te hace desconfiar». Los residentes aseguran que «son varios los jóvenes que duermen entre los arbustos, donde el ascensor viejo o en los portales de las casas de la plaza del Gas» y les provocan inquietud. Sin embargo, un portavoz del Ayuntamiento declaró ayer que «nunca ha habido ninguna queja de esa zona en concreto».

Entre los hombres también hay casos como el de Aitor Santamaría, propietario de dos perros, quien advierte que «de noche conviene evitar cualquier zona de este parque y de otros de Bilbao». Hace unos años él estuvo a punto de sufrir una agresión en Etxebarria. «Estaba en un banco sentado cuando un tipo con capucha vino hacia mí. Imagino que querría robarme. Por suerte no había visto que debajo del banco estaba mi perra y cuando estaba a unos pocos metros el animal se le encaró y el individuo se dio la vuelta».

En la plaza del Gas viven Inmaculada Valle y su hija Andrea. «La zona ha cambiado a peor en pocos años. Sentimos inseguridad. Y hemos tenido sustos que nos han hecho llamar a la Policía», relata la vecina. Esta madre ha optado por cambiar sus hábitos. «Ahora ya siempre cuando mi hija va a llegar de trabajar le pido que me avise un poco antes y salgo a la ventana para asegurarme de que llega bien hasta el portal».