«Nos podemos quedar sin baserritarras si la Administración no se pone las pilas»

- ¿Defiende una forma diferente de trabajar el campo?

- La asociación se ha focalizado en la defensa de la agricultura familiar, que es la que vive del medio y lo cuida. Trabajamos en más de 50 países en los cinco continentes. Porque hay otro modelo de agricultura que se está imponiendo por intereses económicos, que no defiende la producción sostenible. Para especular y hacer negocio, cada vez más grupos de inversión compran grandes explotaciones para producir alimentos y esquilmar el medio. Conseguimos convencer a la ONU para que declarara 2014 Año Internacional de la Agricultura Familiar. Y ahora estamos en el ecuador del decenio de la agricultura familiar.

- ¿Hay macroexplotaciones aquí?

- No, pero tenemos grupos de inversión que han comprado explotaciones de producción de huevos.

- ¿Qué es la soberanía alimentaria?

- Abastecerse con lo que producimos aquí. En Euskadi, solo somos autosuficientes en huevo y en vino. Importamos el 80% de la carne, y en verduras y hortalizas prácticamente un 90%. En leche hemos estado mejor, pero ahora importamos el 20%. Pues así con casi todo. Y luego hay que convencer al consumidor de que compre el producto local. Los que llamo falsos ecologistas defienden el monte, pero luego se van al supermercado a por lo más barato. ¿Tú sabes la huella de carbono que genera un kiwi que ha venido desde Chile? Hay que ser coherentes y responsables.

- ¿Y en Europa?

- Europa exige a los productores europeos lo que no pide a los demás. Implanta medidas de agroecología, de sostenibilidad, de utilizar cada vez menos fitosanitarios... Cada vez cuesta más producir. Y luego compra lo que falta fuera, sin pedir lo mismo. Por ejemplo, han desaparecido la mitad de las explotaciones avícolas y ahora se traen huevos que no cumplen con las exigencias que se pedían a los productores europeos. La gente se hartó y salió a protestar. Queremos un producto ecológico, kilómetro cero, pero lo más económico posible. Milagros a Lourdes.

- ¿A qué desafíos se enfrenta la agricultura en Euskadi?

- La media de edad de un agricultor está en los 60 años. Por eso hay un plan de relevo generacional, que pretende que se incorporen 125 jóvenes al año en Euskadi. En Bizkaia se retiran unos 100 al año. Lorra incorporaba a unos 25. Tras la guerra de Ucrania, el año pasado fueron 13 y este año 8. Si se jubilan 100 y entran 8, ¿cuántos años nos quedan de explotaciones?

- A este paso Euskadi se queda sin baserritarras.

- La Administración se tiene que poner las pilas. Para que un joven se instale tiene que tener beneficios, renta y calidad de vida. Hay que buscar herramientas para que eso se dé y luego buscar a gente que quiera incorporarse. Vivimos en un país rico, donde prácticamente no hay paro, les hemos dado estudios universitarios y tienen muchas posibilidades de trabajar en otra cosa.

- ¿De qué ayudas disponen para instalarse?

- Mejores que en cualquier otro sector. Hay para menores de 41 años (de 20.000 a 70.000 euros) y para mayores de 41 para implantarse. Aparte de la ayuda a la primera instalación, te dan el 50% a fondo perdido de la inversión. Si montas una ferretería o una tienda no te dan eso. El compromiso es permanecer 5 años en el sector. Y hay más ayudas del Gobierno vasco y de las diputaciones.

- ¿Qué es el el forfait fiscal del 70% que se acaba de implantar?

- Que quedará exento el 70% de los beneficios de las explotaciones. Es decir, si ganan 30.000, el 70% queda exento y tributarán por el 30% de esa cantidad. Eso es bueno por lo que hemos dicho, te queda más renta y se puede invertir en invernaderos, ganado...

- ¿El lobo es un chivo expiatorio o un problema real?

- Supone un problema real. El sector ha aplaudido sacar al lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. El lobo va a seguir existiendo, lo que pasa es que habrá que gestionarlo. Si ataca al ganadero, hay que perseguirlo. Luego los mastines son un arma de doble filo porque protegen el ganado, pero ya ha habido ataques a personas. La Diputación ya no los subvenciona. ¿Entonces nos cargamos la ganadería extensiva, la que está limpiando los montes? Y si no, ¿quién va a limpiar los montes, el fuego? La sociedad tendrá que decidir qué es lo que quiere.

El Foro Rural Mundial colabora con la minicumbre que el Secretariado de la Coalición Local 2030 de la ONU celebra desde ayer en Bilbao, para impulsar la financiación de proyectos de agricultura sostenible en regiones de ocho países.

- ¿Producimos alimentos suficientes para todos?

- Hay alimentos para los más de 8.000 millones de personas que somos en el planeta, pero un tercio termina en la basura en el Primer Mundo. Si no hiciéramos eso prácticamente alimentaríamos al resto. De los 2.000 millones de agricultores familiares que hay en el planeta, que producen el 80% de los alimentos, muchos viven por debajo del umbral de la pobreza.

- ¿Cuál es la importancia del foro que acoge Bilbao?

- Es una acción más para intercambiar información y buscar financiación. En este caso vienen delegaciones de ocho países. Todo lo que se comparta del modelo de agricultura familiar y de sostenibilidad será bueno para nosotros, para la agricultura y para el mundo. Defender la agricultura familiar es defender la sostenibilidad.

- ¿Afecta el cambio climático al sector en Euskadi?

- Por supuesto. Hay bichos que han subido a la cornisa cantábrica y provocan enfermedades como la lengua azul. Ahora hay explotaciones que están produciendo aguacates, que se plantaban en Málaga, en Maruri, Muxika... Las sequías y golpes de calor que hemos tenido no se han conocido en años y cada vez van a ser más, con lo cual vamos a tener menos pasto y afecciones al ganado. Cada vez hay más tormentas, granizos que lo destrozan todo. Se han incrementado muchísimo los siniestros y los pagos de los agroseguros.