Una noche de Halloween muy peliculera

Sin duda, quienes esperan estas fechas con más intensidad son las tiendas de disfraces. Es el segundo periodo del año, después del carnaval, en el que tienen más actividad. Aingeru Cuñado, encargado de la tienda Disfraz-Jaiak en la calle Biderrieta, explica que estos días tramitan alrededor de 550 pedidos diarios, entre los que envían a domicilio y los que se compran en tienda. «Una cantidad que hace no muchos años, cuando estos días solo vendíamos colmillos y cuernos, era impensable».

¿Y qué se lleva este año? Pues vuelve uno de los clásicos: las películas de terror, que además suelen estrenarse por estas fechas. El disfraz que arrasa de nuevo, al igual que sucedió en carnavales y el pasado Halloween, es el de Miércoles, la hija de la familia Addams. «Además permite caracterizarse en familia, que cada vez es algo más normal durante estos días», cuenta Cuñado.

Jone Aguirre, de 40 años, busca en un comercio del centro de Bilbao el disfraz del resto de integrantes de la familia Addams. «Nuestra hija se disfrazó en carnavales de Miércoles y este Halloween nos hemos animados todos», explica. Este año será la primera vez que celebren esta fiesta y todavía no tiene muy claro cuál será su plan. «Imagino que deambularemos con los críos por la ciudad en busca de caramelos y acabaremos en casa con alguna cena especial o viendo alguna película de miedo», dice.

«Encontrar un disfraz de Miércoles en venta al por mayor ahora mismo es imposible», cuenta Cuñado. Es por ello que comienzan a trabajar en los disfraces de Halloween con meses de antelación. «En cuanto acaban carnavales hacemos una previsión de qué disfraces se pondrán de moda. Para ello miramos qué es en ese momento lo más demandado y qué películas estrenarán en el cine el próximo otoño, ya que sus personajes suelen ponerse de moda», asegura.

De esta manera, además del éxito del disfraz de Miércoles, el de Harley Quinn (cuya serie es de las más vistas ahora en las plataformas de streaming) es el que más triunfa entre las niñas. En el caso de los niños, el del Scream (que ha estrenado su última película este año) y el de Chucky son los más vendidos. «Entre los más mayores, en cambio, las caracterizaciones de las películas de La Monja y El Exorcista destacan sobre el resto», asegura Cuñado.

Mientras en carnavales las ventas de disfraces suelen empezar antes, en Halloween las compras de ultimísima hora son más habituales. Especialmente entre los jóvenes, que apuran hasta los últimos minutos para encontrar los complementos con los que salir de fiesta. De hecho, estos días las principales discotecas de la ciudad cuelgan el cartel de 'no hay entradas' y alguna ya lleva con la temática de terror desde el fin de semana pasado.

Si en el carnaval uno puede salir sin ninguna caracterización, en Halloween se antoja prácticamente imposible. O eso explica Cuñado, que no deja de vender maquillaje para dibujar cicatrices o sangre falsa.

Marta Ruiz, de 13 años, rebusca junto a su padre entre las distintas pinturas de cara de la tienda. Mañana por la tarde se disfrazará de Catrina, la calavera mexicana que se popularizó cuando Disney estrenó la película de Coco. La caracterización requiere pintarse la cara de blanco con sombras negras alrededor. «Me ayudará mi hermana mayor y después marcharé con mis amigas a hacer 'truco o trato' por las tiendas del centro», cuenta.

Más allá de los disfraces, según explica Cuñado, cada vez es más habitual encontrar a quienes quieren ambientar su casa o su comercio con una temática de terror. En este caso, diferencia dos tipos de clientes. En primer lugar están aquellas familias y cuadrillas que compran telas de araña o cubiertos ambientados para celebrar una fiesta.

Sin embargo, también podemos encontrar comerciantes que apuestan por una decoración especial para sus locales por Halloween. «Estos han llegado hasta a pedir muñecos de dos metros y lápidas, por lo que para ellos tenemos que hacer un pedido especial a Estados Unidos», explica Cuñado.