La plantilla de Vulcanizados Zuloaga inicia una huelga indefinida

Nuevo conflicto laboral en la comarca. El cerca de medio centenar de trabajadores que forman parte de la plantilla de la empresa Vulcanizados Zuloaga en Zaratamo ha iniciado una huelga indefinida para presionar a la dirección de cara a firmar un convenio de empresa. De lograrlo sería el primero y pondría «fin a la precariedad que sufren los trabajadores», explican desde el sindicato ELAque ostenta el 100% de la representación sindical.

La central censura que se está aplicando el convenio estatal para empresas químicas, que está lejos de la realidad de Euskadi y de la fábrica vizcaína en la que se trabaja a tres turnos y que se vulcanizan piezas de automoción para distintas empresas. «La mayoría de la plantilla a pesar de llevar trabajando muchos años cuenta con sueldos muy bajos, cobran poco más de 1.000 euros al mes y eso a pesar de que se incluye la nocturnidad», aseguran.

«La empresa está saneada, hay mucho trabajo y la prueba de que va bien es que durante la pandemia no hemos tenido ningún ERTE, el problema es que se han vuelto avariciosos. No quieren mejorar las condiciones porque es un chollo para ellos de esta forma», denuncian desde la central. De momento, la empresa se cierra en banda e incluso ha amenazado a los trabajadores con «irse a otro país».

Desde el pasado mes de mayo los operarios han llevado a cabo varios paros laborales. Han dejado de trabajar algunas horas y también han mantenido en el último mes cuatro días de huelga, pero consideran que su mayor baza para lograr su objetivo llega ahora, «con la movilización que acaba de comenzar». «Estamos con el ánimo alto, tranquilos, con la caja de resistencia de ELAy aguantaremos hasta que haga falta, hasta que se sienten a negociar», aseguran los trabajadores. Desde la empresa preguntados por su postura de cara a la negociación prefirieron no hacer declaraciones a El CORREO.

Lo cierto es que en los últimos meses ha incrementado la conflictividad laboral en la comarca, bien por las consecuencias de la pandemia o bien porque se arrastraban situaciones anteriores como es el caso de Vulcanizados Zuloaga. El más sonado ha sido el de Maxam, la antigua Dinamita que lleva dando trabajo a los vecinos de Galdakao, pero también del entorno, desde hace más de 150 años. Las movilizaciones evitaron el pasado mes de mayo que la dirección prescindiera de 90 trabajadores y no se materializó el acuerdo de venta que se había alcanzado con la francesa Nobel Sport y que suponía traspasar la división que fabrica cartuchería de caza y deportiva.

Peor final tuvieron los 28 trabajadores de la planta de Coca-Cola que perdieron su puesto de trabajo dentro un ERE a nivel nacional que ha afectado a 270 personas y los de la empresa Araluce en Igorre. El cierre de esta última dejó en la calle a 141 operarios después de que el departamento de Trabajo dtrabael Gobierno vasco diese el visto bueno al EREde extinción «por motivos económicos», un proceso de liquidación, concurso y despidos que para los sindicatos fue «absolutamente irregular». En Igorre también un ERE en Kelvion Thefrmak supuso el despido de 73 trabajadores más hace unos meses.

Y en Basauri, ELA, LAB y ESK han rechazado el acuerdo sobre el ERTE de Sidenor firmado por UGT, CC.OO y USO y que se aplicó por la dirección en las diferentes plantas por la pandemia.

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