Un plan especial definirá dónde se podrán instalar gasolineras en Basauri

La instalación de la futura gasolinera que GALP pretende levantar en la entrada al barrio de San Miguel ya no depende únicamente de las alegaciones que los residentes han podido presentar en las últimas semanas a un proyecto contra el que el barrio se ha levantado. El Ayuntamiento de Basauri ha anunciado que será un plan especial el que regulará la implantación de gasolineras, electrolineras y actividades análogas en el suelo residencial y sus inmediaciones del municipio.

Tras la polémica creada y el fuerte rechazo que sobre todo ha generado en la ciudadanía la petición de esta última infraestructura, el Ejecutivo local, en manos de PNV y PSE, prefiere curarse en salud y dejar por escrito las posibilidades que se abren a un negocio en auge. En los últimos años se ha hecho un mayor despliegue, prueba de ello es que sin ir más lejos, dentro del municipio, se ha instalado una en la Avenida Cervantes y otra en frente del supermercado de Mercadona.

Ante ambas el Consistorio estuvo limitado y no llegó a aplicar los condicionantes del Plan General de Ordenación Urbana porque entendían los técnicos que la liberalización que promueve el gobierno les impedía atar en corto los proyectos. También es cierto que ninguna de las dos atrajo tanto crítica vecinal ni tampoco de los partidos de la oposición, como ha sucedido en este caso.

Como los responsables municipales consideran que habrá un futuro despliegue de infraestructuras de este tipo por la flexibilidad de la legislación, pero también asociadas a las energías renovables, quiere garantizar la «calidad de vida de la ciudadanía». Y por ello, se regulará y ordenará la implantación de estas actividades cuando se pretenda ejercer en suelo urbano residencial o en sus inmediaciones.

El Ayuntamiento aprovechará así sus competencias urbanísticas, como le solicitaba la propia asociación de vecinos de San Miguel, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, para cuestionar una instalación que en base a la normativa estatal no se puede limitar porque da vía libre a estaciones en suelos comerciales o industriales. Habrá que ver si la pastilla industrial donde se quiere construir y que está rodeada por suelo residencia es valida o no. Es decir, este plan que valdrá para acotar las instalaciones en el futuro, servirá también para el caso que ahora preocupa a los basauritarras.

De hecho, portavoces municipales explican que determinará «si el proyecto de San Miguel puede llevarse a cabo o no». Los responsables municipales quieren tramitar lo antes posible la nueva normativa local que podría suponer la «suspensión cautelar del otorgamiento de licencias de actividad hasta su entrada en vigor definitiva». Así, que si puede suceder que al menos el proyecto se retrase.

La institución local acaba de aprobar el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, es decir, el documento que dicta cómo será el Basauri del futuro y que fue aprobado por unanimidad. Sin embargo, el Ejecutivo local no aprovechó la tramitación para incluir un cortapisas a las estaciones de servicio. Por eso, ahora se da cuenta que este aspecto se le escapó, sobre todo, ante el desarrollo de más suelos residenciales a futuro.

Desde el equipo de gobierno se subraya que «cualquier medida restrictiva que se quiera implantar deberá estar perfectamente motivada y ser adoptará conforme al procedimiento legalmente establecido». Se refiere así a la moción que iba a presentar en pleno la asociación de vecinos de San Miguel y que ahora queda en suspenso y en la que se pedía al gobierno local que se comprometiera a paralizar la licencia, algo que no podía asumir el Ayuntamiento por poder incurrir en un delito.