«No es normal que haya tan poca gente»

Las pistas de skate y pumptrack de Bekosolo, en Etxebarri, esta tarde mostraban otra realidad muy distinta a la que están acostumbrados los vecinos de la localidad. Incluso los jóvenes que acuden diariamente estaban sorprendidos de la «poca gente» que albergaba el parque. «Esto suele estar abarrotado de gente. Es raro que haya tan pocas personas, pero con las nuevas medidas está será la nueva imagen», valoraba Elías mientras descansaba junto a su amigo Alex. Sentada en un banco junto al circuito estaba Dorinda. Ella suele visitar las instalaciones deportivas con su pequeño «casi todos los días» y la estampa la dejaba perpleja. «Aquí la verdad es que vienen muchos chavales y la mayoría no cumplen las medidas. Los agentes suelen pasarse mucho por ese motivo. Estoy alucinando de que no haya casi nadie, no es normal», afirmaba.

En el otro extremo del parque se encontraba Igor Tejedor cuidando de sus dos pequeños, y aseguraba que generalmente los jóvenes se quitan la mascarilla para practicar deporte. «Como padre estoy tranquilo, a ver si no lo cierran como pasó en mayo», opinaba. No obstante, reconoce que las nuevas medidas establecidas le parecen «un tanto exageradas». «Hay que entender que son niños y que no van a estar midiendo los metros para juntarse y menos si están con sus amigos, porque aquí no solo hay adolescentes», sentenciaba. Y es que a partir de ahora el horario de los parques infantiles queda limitado. Ya no se podrá jugar en ellos a partir de las 23.00 horas y, además, los usuarios deberán respetar un aforo máximo estimado de 1 persona por cada cuatro metros cuadrados de superficie.

«No están mal si todo es para contener el virus, además, ahora en invierno como se hace de noche muy pronto tampoco nos molesta. Lo malo es la mascarilla porque te ahogas con ella. Si antes hacíamos el recorrido siete veces ahora lo hacemos cuatro», contaba Alex. «Sí que molesta que no estén recortando todo el tiempo los horarios, pero prefiero mil veces poder venir menos tiempo que tener que quedarme en casa encerrado», sumaba Alots, otro de los jóvenes skaters.

Rubén, por ejemplo, está viviendo una situación muy diferente. Solo hace una semana que se ha mudado a Etxebarri y reconoce que la situación le parece «horrible» porque exige muchas limitaciones. «Hay veces que ya no sé si estoy cumpliendo la norma o si no, todo es muy confuso», confesaba.

Desde el Ayuntamiento, su alcalde, Loren Oliva, reconoce que en la zona no se han establecido medidas concretas porque todavía están analizando el nuevo decreto por si tuvieran que restringir su uso. Sin embargo, asegura que la vigilancia policial en el parque es habitual.