Un grupo de jóvenes observa el Nervión a su paso por Arrankudiaga, con neumáticos y restos de basura. E.C.

Las aguas residuales al Nervión siguen sin solución en Arrankudiaga y Orozko

Los alcaldes de ambas localidades se quejan por su situación de «desamparo» en la gestión de los vertidos al río

Miércoles, 5 de febrero 2025, 18:48

A pesar de los esfuerzos realizados por las instituciones vascas en las últimas décadas para mejorar la calidad del agua del Nervión y evitar los vertidos, el río mantiene varios puntos negros a su paso por las localidades de Arrankudiaga-Zollo, Arakaldo y Orozko. Ninguno de los tres ayuntamientos está integrado en el Consorcio de Aguas, aunque tanto Orozko como Arrankudiaga-Zollo han hecho esfuerzos en los últimos años para solicitar su inclusión en el organismo público. Sin embargo, ésta todavía no se ha producido y ambos consistorios siguen en una situación que no dudan en calificar de «desamparo». Las soluciones no llegan y la contaminación sigue fluyendo al Nervión.

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Arrankudiaga-Zollo apenas suma más de mil habitantes, pero en sus inmediaciones se levantan los grandes polígonos industriales de Bakiola y Ugarriza. Hacia el año 2012 el Ayuntamiento solicitó la elaboración de un informe para estudiar su capacidad de seguir gestionando el tratamiento de las aguas de forma autónoma. El estudio concluyó que «cada vez era más dificil debido a las nuevas normativas europeas», señala Txutxi Ariznabarreta, alcalde de la localidad. De ahí que en 2018 el Ayuntamiento decidiera solicitar su entrada en el Consorcio. Cuando todos los informes técnicos estaban preparados llegó la pandemia, y la situación se paralizó. El motivo alegado por el Consorcio fue la incertidumbre sobre el nivel de recaudación en esos años, que podía no permitir afrontar las inversiones necesarias para la integración. A juicio del primer edil, aquello «fue sólo una excusa».

«La situación es la que es y sentimos impotencia, seguimos a la espera de una solución que no está en nuestras manos y mientras tanto tenemos un punto negro en el que polígonos como Bakiolan generan unas aguas residuales que no pasan por depuradora», denuncia Ariznabarreta. «La consejería de Salud del Gobierno vasco nos hace requerimientos constantes, pero nosotros carecemos los recursos necesarios para garantizar la calidad exigible al agua que llega a las casas».

También para Llodio

El caso de Orozko es aún más complejo. En 2021, la amenaza de sanciones de la Unión Europea por la contaminación del Nervión hizo reaccionar al Gobierno central. Se decidió entonces que las aguas sucias de Orozko llegarían hasta la nueva depuradora de Basaurbe, aún en construcción. Pero la situación, lejos de despejarse, todavía ofrece interrogantes. «La depuradora prestará servicio también a Llodio, pero al pertenecer a dos provincias diferentes no sabemos qué debemos hacer, si entrar primero en el Consorcio de Bizkaia y luego firmar un convenio con Álava o que nos propongan otra solución», destaca Aitor Iza, alcalde de la localidad.

La distribución geográfica de Orozko, con muchos barrios alejados del centro, representa otra dificultad. «Se está haciendo un colector desde el casco urbano hasta la depuradora, pero luego hay que conectar el resto del municipio y sabemos que por su localización en algunos no será posible», explica el primer edil. En marzo o abril se celebrará una reunión entre el Ayuntamiento y el Consorcio en la que deberían exponerse los pasos a seguir. «Deben aclararnos el camino, porque ahora mismo estamos desamparados», lamenta el alcalde.

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