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En el belén de Bustinza también se hace de noche.

Un belén muy autóctono y solidario

El nacimiento de Txomin Bustinza recrea en Galdakao caseríos de la zona y sirve para recaudar fondos en la lucha contra el cáncer

ASIER ANDUEZA

Jueves, 15 de diciembre 2016, 00:05

El espíritu de la Navidad llegará a Galdakao este viernes de la mano de uno de sus vecinos más creativos, Txomin Bustinza. Este jubilado, que el año que viene cumplirá 80 años, lleva 22 instalando un belén artesanal en su txoko, en el número 69 de la calle Zabalea. «La madera, el ladrillo y la piedra son naturales, solamente compro las tejas de las casas», explica con orgullo Bustinza, que en su innovador nacimiento reproduce fielmente baserris y palacios de la localidad, de su Zeberio natal y de Orozko entre otros municipios. Pero su trabajo va más allá, ya que los visitantes que disfrutarán esta fiestas de su obra podrán comprobar cómo villancicos tradicionales en euskera hacen de hilo conductor a una maqueta en la que sale el sol y anochece, con un cielo repleto de estrellas, donde las casas echan humo y hasta llega una tormenta con lluvia y nieve.

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Txomin empezó a diseñar su primer belén al jubilarse «con una colección de figuras que hizo el periódico El Correo. Este año el diario ha sacado otro belén y estoy sustituyendo las antiguas figuras por las nuevas. Menos mal que el sábado llega la imagen del niño, porque es el personaje que me falta». Bustinza es un entusiasta de la recreación de un entorno al que este manitas le dedica varios guiños, como la representación a escala del famoso gallo de Urgoiti o la presencia de tres búhos, uno de ellos en el mismo portal de Belén, que también es una recreación de una casa ubicada al lado del puente romano que un bombardeo durante la Guerra Civil redujo a ruinas.

Nuevos edificios

Este año la obra maestra navideña de Txomin ofrece novedades, como la recreación de la posada de Zabalgane; la casa de Zuazo, situada hace décadas en la entrada a La Dinamita y en la que recalaban los ilustres invitados de la fábrica; o, ya fuera de las fronteras galdakaotarras, una de las piezas más llamativas por su tamaño, un edificio del barrio de Ibarra (Orozko), «que ha sido una de las recreaciones más costosas que he hecho».

Para realizar estas maquetas, «si la casa está en pie voy hasta allí y mido las proporciones y, si no, utilizo una foto o dibujo. No es una escala exacta, pero sí que intento buscar el tipo de piedra que tiene cada una». Hasta 2014 no cobraba nada por ver el belén, pero «ese año no lo puede hacer porque me detectaron dos cánceres y desde entonces se pide la voluntad para la asociación que lucha contra esta enfermedad. El año pasado se lograron recaudar casi 2.000 euros». Esta maravilla de la artesanía estará abierta de lunes a sábado de 11.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 y los domingos solo por la mañana, aunque el 25 y el 31 cerrará.

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