El monopatín mete un gol
De moda ·
La proliferación de pistas y aficionados al skateboarding confirma a esta práctica, olímpica en Japón, como la alternativa al deporte escolar en Bizkaiapello zupiria
Domingo, 11 de julio 2021, 02:05
Seguramente se hayan fijado en que, desde que comenzó la pandemia, se ven muchos menos chavales y chavalas con balones en las plazas que antes. ... Es cierto que era un fenómeno que se estaba notando en los últimos años, pero la crisis sanitaria ha agudizado esta tendencia. Por un lado, las autoridades suspendieron todo el deporte escolar durante casi un año, lo que afectó a las extraescolares principales de nuestra sociedad: el fútbol y el baloncesto. Estar quieto en esas edades tempranas no es fácil, por lo que, ante la prohibición de entrenar en grupos por prevención, los más jóvenes han visto una oportunidad en las actividades individuales al aire libre, entre las que ha despuntado el skateboarding. Sin duda, el skate está experimentando un boom, impulsado por la construcción de pistas en numerosas localidades de Bizkaia: Zierbena, Astrabudua (Erandio), Etxebarri, Olabeaga (Bilbao), Lekeitio, Trapagaran, Ondarroa… «Hemos visto que ha cogido mucha fuerza, y se nota que los municipios quieren tener las pistas en condiciones. Hay nuevas y otras se han reformado. En los años 90 se crearon mogollón, han pasado 30 años y hay que mantenerlas», cuenta Alex Mosterin, cofundador de la empresa de construcción vizcaína Zut Skateparks.
Solo hace falta darse una vuelta por estas pistas para constatar que el skate está viviendo un nuevo arreón, sobre todo entre los más jóvenes, a partir de los 11 años. Hasta ahora, la mayoría de los niños de esa edad se acercaba a los recintos de patinaje con 'scooters' (monopatines), una modalidad que permite hacer trucos de forma más segura. Sujeto a la plataforma tiene una barra de dirección que facilita mantener el equilibrio. Pero estos pequeños nuevos 'skaters' vuelven a la esencia que caracteriza esa práctica y han conquistado los bowl con el clásico 'skateboard'. Protegidos con cascos y rodilleras, se tiran por las rampas y vuelan por los aires como patinadores que llevan años sobre ruedas.
«Deportes minoritarios como el skate hemos recogido a los niños del fútbol y el baloncesto»
gure txoko eskola
Y es que sólo hay que ver la velocidad con la que patinan y la facilidad con la que hacen distintos trucos para darse cuenta de que viene una generación de patinadores muy buenos. Si antes los chavales aprendían a patinar pasando horas en los skateparks y cayéndose una y otra vez, los de ahora atajan ese aprendizaje apuntándose en escuelas de skate, como alternativa al deporte escolar. Gonzalo Idigoras, propietario de Gure Txoko Eskola en Zorrozaurre, Ribera de Deusto, lo relaciona con el 'boom' del patín. «En este último año como poco hemos duplicado la demanda. Los deportes minoritarios como nosotros o el surf o la escalada hemos recogido a todos los niños de los deportes mayoritarios: fútbol, baloncesto… Tenían que hacer un deporte y han acudido a nosotros, y la verdad es que no damos abasto. Ha sido muy buen año. Se ha vuelto a poner de moda, cuando antes no lo estaba», aclara el profesor.
Otro argumento que maneja Idigoras es el hecho de que el skateboarding haya sido aceptado como deporte olímpico. De hecho, se estrenará en la Olimpiada de Tokio, este verano. Según él, también patinador desde hace décadas, esta decisión «ayuda al trabajo que hacemos las escuelas y desestigmatiza a esta práctica, que siempre se ha relacionado con estar en la calle bebiendo cervezas y fumando porros». «Creo que ahora los chavales ven que pueden destacar de verdad en algo que les gusta», afirma.
Muchos son los skaters que rechazan que su estilo de vida se convierta en algo tan oficial como un deporte olímpico. «Yo lo he considerado durante años de ese modo, pero ahora lo veo como un deporte. Entiendo las dos vertientes y considero que una no perjudica a la otra. Que se considere un deporte olímpico no creo que vaya a afectar al auténtico de toda la vida, sino que es otro modo de entenderlo», explica Idigoras. «Antes se decía que patinar no era cosa de enseñar, sino de aprender, pero se ha demostrado que eso no es así», añade.
Sea por el deporte escolar o sea por los Juegos Olímpicos, las cifras no mienten. Si antes de la pandemia Idigoras enseñaba a unos 250 menores, ahora son más de 500. Ha tenido que ampliar la plantilla de profesores. «Se ha demostrado que es un negocio redondo y que funciona bien. Se han abierto muchas pistas, por ejemplo, en Basauri van a abrir una enseguida», cuenta el empresario, quien se encuentra a punto de expandirse en San Sebastián. «Tanto está de moda ahora que hasta las empresas proveedoras tienen los almacenes vacíos y no dan abasto».
Olabeaga
Es la última pista construida en Bilbao. Supuso una inversión de 225.000 euros. La pista consta de dos partes: bowl (bañera enterrada) y street (más urbano con elementos que sobresalen en superficie). Se realizó para sustituir a las de Deusto, en la rotonda del IMQ, pero, según los usuarios, «es una pista bastante difícil».
Zierbena
Junto a la playa, es la más reciente de Bizkaia. Ofrece un módulo de rampa con bowl y otro de calle. Apta para todo tipo de patinadores.
Etxebarri
Varios espacios en Bekosolo. El más exitoso es el Pump Track: un circuito cerrado con curvas y badenes ideales para bicicletas, skates y patines.
Parque Etxebarria
El otro skatepark de Bilbao, al lado de la basílica de Begoña. Remodelado hace poco para frenar su deterioro.
Pistas para todos los públicos en Zierbena y Astrabudua, las mejores
Ireder Nieto, de doce años, no para quieto en el nuevo skatepark de La Arena, en Zierbena. Alumno de Gure Txoko primero y de UK Skate ahora en Berango, salta y se mueve a toda velocidad como si hubiese nacido para ello. Le sigue pisando la sombra a Jeffer, profesor en la escuela de Zorrozaurre. «Lo hacen tan fácil, parece que lo hacen sin querer», dice desde la distancia Idigoras. La de Zierbena es la última pista que se ha construido en Bizkaia. Estrenada después de la Semana Santa, «es el skatepark de moda».
La pista se construyó por petición popular y «ha recibido buenísimas críticas», según explica Gonzalo Idigoras, que ha ayudado en temas de asesoramiento. El éxito reside en que «es apta para todos los públicos». Consiste en una parte de rampa, con un bowl (bañera) de tamaño popular, en el que los nuevos puedan aprender sin muchas dificultades y en el que los que llevan más años «pueden probar trucos más complicados». Por otro lado, tiene un módulo de calle con un flat rail, bordillo en el suelo, una barra de bajada y de subida, un hubba y rampas alrededor para coger velocidad. «En esta zona hay mucha afición, pero no contaban con un buen skatepark», comenta.
Otra pista nueva es la de Astrabudua, pero de menor tamaño que la de Zierbena. «Había mucha demanda por parte de los vecinos. Llevaban años pidiendo un skatepark, y lo han construido en una zona que estaba medio abandonada», sigue Idigoras. Este también cuenta con una parte de rampa y otra de calle. En la primera tiene un bowl más estirado que el de Muskiz y alrededor está la zona de calle. «Funciona muy bien. Es de lo mejor que se ha hecho últimamente, pero es verdad que se utiliza mucho por los 'scooters'. Este también es para todos los públicos», zanja.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión