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La ciudad de Orduña ha vivido en las últimas horas un terremoto religioso causado por las clarisas del monasterio de la localidad. Las quince monjas ... se rebelaron ayer contra el Papa Francisco y la Iglesia católica, negando la legitimidad de ambos y anunciaron que sólo reconocen la autoridad de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, excomulgado por el anterior obispo de Bilbao, Mario Iceta. En un extenso manifiesto de 70 páginas, denuncian una «persecución», acusan a Roma de no querer concederles «licencia de venta del convento de Derio», que es de su propiedad, y censuran que no se les permite «cumplir con los pagos» del monasterio de Orduña, que quieren adquirir. Advierten, además, de que «nos llamarán herejes, cismáticas y locas y muchas cosas más, muy calumniosas y desagradables. No los creáis, al menos por esta vez, que no os engañen», aseguran.
En este contexto, han mostrado su fidelidad a Pablo de Rojas, jienense que fundó a principios de siglo su propia iglesia en Bilbao y que fue excomulgado por Mario Iceta por haberse autoproclamado como obispo hasta en dos ocasiones y por haber celebrado diversos sacramentos. Las religiosas tildan de «herejes» a todos los Papas posteriores a Pío XII (1939-1958) y denuncian que el Concilio Vaticano II ha «robado y suplantado la fe a miles de millones de creyentes».
Esta rocambolesca historia tiene como origen el pueblo de Belorado, en Burgos. Allí hay una orden de unas monjas clarisas. Las religiosas también son propietarias de un monasterio en Derio. Hace unos años, en 2020, este último inmueble quedó vacío y las monjas se trasladaron a Burgos. Llevan desde entonces queriendo vender el monasterio, que estaría valorado en unos tres millones de euros, según apuntan fuentes del Obispado de Vitoria, pero no han conseguido un comprador.
Las monjas de Belorado manifestaron a las clarisas de Vitoria su intención de comprar el monasterio de Orduña hace cuatro años. El inmueble llevaba sin actividad desde hace dos décadas y las religiosas de Burgos llegaron a un acuerdo de compraventa en 2020 con las alavesas para adquirirlo por 1,2 millones de euros. El Obispado de Vitoria asegura que en dicha operación «se aportan 100.000 euros y (las clarisas burgalesas) se comprometieron a realizar pagos semestrales de 75.000 euros. El primer pago debía realizarse el 1 de noviembre de 2022, pero nunca se ha hecho ningún pago», apuntan las mismas fuentes.
En marzo de este año, Sor Isabel de la Trinidad, la abadesa de las religiosas de Belorado, hizo saber al Obispado de Vitoria que habían encontrado un benefactor para el monasterio de Orduña. Esta persona se haría cargo de la compra del inmueble, que pasaría a estar a su nombre, y dejaría que las monjas lo disfrutasen en usufructo. Pero la idea final sería que la orden se hiciese con el monasterio vizcaíno. Es decir, siempre según el relato del Obispado, el comprador y la orden llegarían a un acuerdo de uso. Y, una vez las monjas consiguieran vender el monasterio de Derio, utilizarían ese dinero para hacerse con la propiedad del inmueble de Orduña.
Un misterioso comprador
El problema, según la Diócesis vitoriana, es que Sor Isabel no quiso revelar la identidad del comprador pese a la insistencia de las autoridades eclesiásticas, que incluso realizaron varias visitas a la abadesa para tratar de averiguar quién estaba detrás de la operación inmobiliaria. El Obispado sospechaba que esta persona estaría vinculada a Pablo de Rojas, ex prelado 'thucista', excomulgado y, por tanto, ajeno a la Iglesia católica. Algo que la Diócesis no iba a tolerar. «Ante esta situación, el 7 de mayo la comunidad de Belorado es convocada por la comunidad de clarisas de Vitoria ante un notario para rescindir el contrato de compraventa a instancias de esta última comunidad», apunta el Obispado.
«En la notaría, Sor Isabel entrega un pliego reclamando 1,6 millones de euros por el importe de las obras realizadas por su comunidad en el monasterio de Orduña y un 30% por daños y perjuicios. Al no aceptar Sor Isabel la rescisión del contrato, lleva el asunto a instancias judiciales», añaden en la Diócesis vitoriana. Por los hechos referidos, la Archidiócesis de Burgos ha confirmado la apertura de un proceso canónico contra las clarisas cismáticas.
Además de la excomulgación de las quince monjas, el Arzobispo de Burgos ha exhortado a todos los fieles a «que se abstengan de participar en ningún acto litúrgico realizado en el monasterio de Santa Clara de Belorado ni en el monasterio de Santa Clara de Orduña». Las religiosas organizarán, no obstante, ceremonias en ambos lugares. Ayer mismo por la tarde se celebró en su sede burgalesa una primera misa, cerrada al público, en la que los dos 'sacerdotes' que la oficiaron en latín lo hicieron dando la espalda a las monjas.
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