El detenido por matar al novio de su madre en Galdakao está ingresado en Basurto
M.G.C., de 33 años, estaba incapacitado judicialmente desde 2008 y la tutora legal era su progenitoria, a quien hirió en una pierna
a. de las heras
Viernes, 7 de junio 2019
El hombre de 33 años detenido en Galdakao tras matar a la pareja de su madre y herirla a ella permanece en el Hospital de ... Basurto después de que el juez decretara ayer su ingreso en prisión. El joven fue arrestado en la madrugada de ayer en un piso del barrio de Aperribai después de que la mujer solicitara asistencia médica al teléfono de emergencias tras ser atacada. La patrulla de la Ertzaintza que se trasladó a la vivienda encontró el cadáver del hombre y a la mujer que se estaba desangrando, por lo que fue trasladada al Hospital de Galdakao, donde permanece ingresada «estable y con pronóstico reservado». En el piso también se encontraba el hijo de la mujer, a quién detuvieron como presunto autor del crimen.
La víctima, Salvador Cordero, 'Salva', de 51 años, había sacado a pasear al perro la noche del jueves. «Nos vamos para abajo», le comentó a un vecino del barrio de Aperribai, en Galdakao. Se refería a que junto con su compañera sentimental, Begoña, diez años mayor que él, iban a desplazarse en los próximos días hasta el bungalow que la mujer tiene en su Cáceres natal, en un pueblo llamado el Guijo de Granadilla, cerca del pantano Gabriel y Galán. Pensaban pasar allí una temporada, igual que habían hecho en los últimos cuatro veranos. Esas fueron sus últimas horas con vida.
Sobre las cuatro de la madrugada de este viernes, la mujer llamó al 112 diciendo con un hilo de voz que su hijo les había acuchillado a ella y a su marido. Pedía ayuda porque ambos se estaban desangrando. También comunicó que el presunto autor de los hechos se había marchado de la vivienda, un quinto piso en el número 39 del barrio Aperribai. Posteriormente, regresó y se quedó a la espera en el domicilio.
Cuando llegó al lugar la primera patrulla de la Ertzaintza, desplazada desde la comisaría de Galdakao, encontró a la mujer empapada en sangre, con una herida en la pierna derecha, por lo que los agentes le practicaron un torniquete para intentar detener la hemorragia. Su compañero yacía en el sofá, con varias cuchilladas en el pecho y en el abdomen. Los ertzainas no le encontraron el pulso, por lo que sospecharon que podía estar muerto.
El facultativo de una de las dos UVI móviles de Osakidetza desplazadas al lugar confirmó que efectivamente el hombre había fallecido y trasladaron a la mujer hasta el hospital de Galdakao. Según informaron desde el centro sanitario a última hora de la mañana, Begoña se encontraba estable. Las próximas horas serán determinantes, aunque no se temía por su vida.
Los policías que llegaron en primer lugar al piso donde se había perpetrado el crimen también se encontraron con el presunto homicida. Su madre le había señalado como la persona que les había agredido, por lo que, ante la posibilidad de que estuviera armado, le ordenaron que se tirara al suelo y fue detenido en ese mismo momento. Con el pelo rapado, presentaba manchas de color rojo en las manos y la ropa. Los agentes localizaron además el cuchillo de cocina de grandes dimensiones, unos 20 centímetros de hoja, presuntamente utilizado en las agresiones. Mostraba restos de sangre y fue incautado como prueba.
El desencadenante
El detenido fue conducido a comisaría. Posteriormente, sobre las diez de la mañana, la Policía le trasladó de nuevo a la vivienda, en compañía de la comitiva judicial, para reconstruir los hechos. Cabizbajo, el joven, que iba esposado, llevaba aún un pantalón de pijama, las zapatillas de casa y una sudadera negra. A la salida, media hora después, se había cubierto la cabeza con la capucha de la chaqueta y se tapaba la cara con los brazos. Agentes de la Policía Científica de la Ertzaintza permanecieron varias horas en la casa recogiendo posibles evidencias.
La pareja se había llevado de vacaciones al chaval en años anteriores, pero, según los vecinos, esta vez, la madre le había advertido que, debido a su comportamiento, tendría que quedarse en Galdakao. ¿Pudo ser éste el desencadenante de la tragedia? El joven había sido incapacitado judicialmente en 2008 y su tutora legal era la madre, según ha podido saber este periódico.
Los vecinos señalaron que el ahora detenido había tenido supuestamente problemas con las drogas y estuvo ingresado en un centro psiquiátrico debido a algún trastorno mental, aunque este extremo no ha sido confirmado oficialmente. Su imputabilidad, esto es si se encuentra o no en plenas facultades, será determinante en el proceso judicial que se inicia ahora contra él como presunto autor de un homicidio y otro en grado de tentativa, por lo que deberá ser examinado por médicos forenses especializados en psiquiatría.
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También es diabético. Sus conocidos le describen como un chico con un carácter «solitario y raro», que se había ido agudizando con el tiempo. «Le vi el otro día sentado en el Dock y estaba como ido, siempre solo, ni me saludó», explica una joven del barrio. De hecho, algunos residentes apuntaban que hace cuatro años Bego -que tiene otros dos hijos- y Salva se separaron tras discutir por problemas relacionados con el muchacho, pero después se habían reconciliado y retomado la relación. Mientras Bego vivía con su hijo en el número 39 de Aperribai, Salva tenía su propio piso a escasa distancia, en el 42.
Los vecinos coincidían ayer en calificar al hombre como una «buena persona que no se metía con nadie». «Era soltero y ella separada». Salva trabajaba para una contrata de obras. Su coche se encontraba este viernes aparcado junto a su casa. Begoña, por su parte, llegó a Aperribai con su exmarido hace varias décadas, justo cuando construían el piso donde ahora reside. «Ella es muy simpática, graciosa y guapa. Morena, de ojos azules», la describen los conocidos.
Condena del Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Galdakao emitió ayer un comunicado en el que condenaba el crimen y ofrecía su pésame a la familia del hombre fallecido. Un mensaje de apoyo que el Consistorio hizo extensible a todo el barrio. Porque en el fondo, Aperribai es como una gran familia. Casi todos se conocen y en las tiendas a los clientes se les saluda por su nombre. Nacido para albergar a los trabajadores de fábricas como La Dinamita, es uno de los núcleos más alejados del centro de Galdakao y dispone de ambulatorio y de una escuela de Primaria. No es de extrañar que el único tema de conversación ayer por sus calles fuera el trágico suceso. Porque, como decía la responsable de un bar, «aquí todos nos conocemos, sabemos de la vida de todos y nos preocupamos los unos de los otros»..
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