Los rostros del folklore

Una mirada dice más que mil palabras. Los ojos son la puerta del alma y, valiéndose de ello, el fotógrafo Asier Bastida ha buscado reflejar en su último trabajo «la tradición y cultura de generaciones que con orgullo exhiben los pueblos a través de su folklore», afirma. Lo ha llevado a cabo mediante 65 imágenes (55 individuales y diez grupales) de artistas procedentes de 36 países de todos los continentes que han participado en el festival internacional de folklore de Portugalete. Una obra que ha sido presentada este miércoles en la sala Rekalde de Bilbao junto a la Diputación, que ha colaborado en su publicación.

Este «proyecto artístico plasma la fuerza de la cultura, la identidad y las raíces, y nos permite empatizar con otros países», expresa Leixuri Arrizabalaga, diputada de Cultura, Euskera y Deporte, quien subraya que «las imágenes, sus miradas, trasladan el orgullo de sus costumbres». Se trata de una 'pequeña' muestra de la labor que ha realizado Bastida en los últimos 15 años, que ha retratado a más de 800 personas de los cinco continentes.

Para la publicación, denominada 'The Folk Faces', el autor se inspiró en «los pueblos que, a través de su folklore, exhiben con orgullo la tradición y cultura de generaciones. A través de estas fotografías de su gente, ataviados con sus ropas tradicionales, Bastida capta «la esencia de cada persona, su alma y el orgullo por sus raíces y costumbres».

El proyecto nació en 2010 al abrigo del festival internacional de folklore de Portugalete y «reconoce a quienes, de forma anónima, se esfuerzan por conservar y transmitir, a lo largo de generaciones, el folklore como instrumento vertebrador de la identidad de sus gentes. 'The Folk Faces' busca poner cara a esos protagonistas desconocidos, rescatar de ese anonimato a quienes, a lo largo de su vida, deciden continuar con el legado de sus orígenes, de sus raíces y de su historia».

¿Cómo se consigue captar este orgullo en una fotografía? «He sido dantzari, y uno siempre está orgulloso de lo que hace. No buscaba captar una imagen alegre, que no pareciera un catálogo de Expovacaciones, sino una apariencia más seria y serena, que mostraran el orgullo que tienen por formar parte activa del folklore», explica Bastida. A pesar de la diferencia del idioma, el baile y la música son nexos de unión. «La palabra orgullo la entienden, se identifican con ello. Y la expresión dura, seria, es el elemento vertebrador del proyecto», que sirve de homenaje al propio festival, que a finales de este mes celebrará su 50 edición.

La portada de la publicación corresponde a un guitarrista de Nueva Zelanda, uno de los representantes a los que Bastida tiene «mucho cariño», junto a los de México. «Pero a todos se les tiene un especial aprecio», añade. Tras este trabajo, el fotógrafo cierra el círculo a los últimos 15 años y publica este libro de retratos junto a la Diputación, que ha realizado una primera tirada de 300 ejemplares que se distribuirán en las salas de exposiciones y bibliotecas forales.

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