Protesta contra los parques eólicos en Balmaseda: «Los montes son sagrados, no se sacrifican»
Un centenar de personas rechaza en la cima del Kolitza el proyecto que pretende instalar once aerogeneradores en el entorno de Balmaseda
Hasta la cima del Kolitza, monte icónico de Balmaseda, han llevado este miércoles un centenar de personas su malestar por la intención de implantar en este lugar parte de los once grandes aerogeneradores que conforman los dos parques eólicos que impulsa una firma danesa en Las Encartaciones. Aprovechando la tradicional misa en la ermita con motivo del día de San Roque, se llevó a cabo tras ella una concentración impulsada por la plataforma Plataforma Enkarterrin Parke Eolikorik Ez, y la asamblea Balmasedan Parke Eolikorik Ez.
Bajo el lema 'Makroeolikoak ez hemen ez inon' (Macroeólica ni aquí ni en ningún lado), leyeron un manifiesto en el que reivindicaron el espacio natural que posee la comarca, y que sin duda alguno es uno de sus grandes atractivos, remarcando de nuevo su posición en contra del Plan Territorial Sectorial de las Energías Renovables de Euskadi (PTS), un texto normativo que apunta 110 ubicaciones de todo el País Vasco como viables para la instalación de una central eólica y solar.
«Este es un lugar sagrado que, como todos los montes y toda la naturaleza, debemos de proteger, pues somos parte de ella», afirmaron, recordando que cerca de allí ya hay un proyecto que se encuentra en proceso administrativo desde hace más de un año, para la construcción de un parque eólico en el cordal Alén-Mello. «Estos proyectos no guardan relación con las necesidades locales de energía, sino que se plantean solo en base a la presencia del recurso principal, el viento, y a la cercanía de instalaciones para la evacuación de la electricidad», explicaron. Además, afirmaron que su instalación conllevará una importante afección en los acuíferos, caminos y bosques, además de en las especies protegidas que habitan la zona, provocando «una tremenda degradación del entorno que ahora ahora es rural, y de elevada calidad de vida», como ya indicó el propioa Ayuntamiento en sus alegaciones al PTS.
Cacerolada
Denunciando que se están obviando las garantías medioambientales y la opinión de la población afectada, y apuntando que los montes «no se sacrifican», esta tarde protagonizarán también una cacerolada por las calles de Balmaseda. «Paradójicamente en el Kolitza no se puede hacer ruido por la protección del alimoche, y quieren poner grandes molinos muy cerca de sus nidos, así que para que se nos escuche mejor nos haremos notar por las calles de la villa», cuenta un miembro de la asamblea a este periódico.
Las movilizaciones no acaban ahí ya que el próximo 7 de octubre, con motivo de la celebración del Día de los Montes Bocineros en la misma cima del Kolitza, volverán a denunciar que, a su juicio, «la mal llamada transición energética se hace a costa de destruir el entorno rural y natural, vendiendo el territorio al mejor postor».
