Ver fotos
30 mujeres muestran el orgullo de ser camionera en una concentración festiva en Barakaldo
El encuentro forma parte de un evento que reivindica una profesión a la que se suman cada día más conductoras
Begoña Urmeneta estaba en la tarde de este sábado emocionada en la primera 'quedada de camioneras' celebrada en el Barakaldo Truck Festival, certamen que reúne ... a más de 150 profesionales del volante y a sus imponentes cabinas este fin de semana en Barakaldo. Ellas son una treintena, una quinta parte del total, pero nunca se habían juntado tantas en un evento de este tipo. Y eso refleja la evolución que vive el sector: «Hace 26 años yo fui la primera profesional de Valencia, y había una gallega y pocas más en otros sitios; ahora ya somos 5.000, todavía apenas el 1% del total, pero el número se multiplica cada año y empezamos a tener visibilidad».
Publicidad
La organizadora de la cita, Ainhoa Egaña, también se ha mostrado encantada. «La anterior reunión fue en Soncillo (Burgos) y estuvimos seis o siete». En esta ocasión, la respuesta ha sido masiva «y significativa». «Tenemos que hacer valer nuestra presencia para avanzar en la igualdad en el sector», dice Merche Kenworth, que recuerda que todavía tienen mucho camino por recorrer. Por ejemplo, en la falta de baños y duchas para mujeres en muchos puntos de destino, «donde todo sigue montado solo para el hombre». Y se necesitan mejores aparcamientos donde pasar la noche, y «estaciones de servicio más seguras, porque nosotras no podemos orinar tras la rueda del camión».
Bien que lo sabe Vicky Escudero, bilbaína y experta en transportar combustible para aviación. «Antes a aeropuertos y bases militares de Francia, y ahora solo en la península», matiza. De familia camionera, no dudó en seguir sus pasos, aunque tuviese que sacrificar mucho en su vida familiar. Tiene dos hijos, «de 21 y 18 años», que tuvieron que cursar buena parte de sus estudios internados, «porque muchas veces yo no estaba en casa de lunes a viernes».
«Dormir siempre en casa»
También Mari José Redondo ha tenido que adaptarse. A sus 42 años, ha conducido camiones la mitad de su vida. Antes no rechazaba ningún destino, pero desde que hace ocho años nació su hija, «solo hago Valencia, Castellón y Barcelona, para dormir siempre en casa». Como Maika González, que se encarga de repartir bombonas de butano por la mitad norte de España. «Salgo a las cinco de la mañana de casa y muchas veces no vuelvo hasta las ocho, así que mi madre me ayuda con mi hijo».
Publicidad
A pesar de tratarse de una profesión tan masculinizada, Mari José reconoce que «no estamos tan mal, e incluso en algunos trabajos nos tratan mejor que a los hombres, que todo hay que decirlo». Noelia Ruiz lleva solo once meses trabajando, y reconoce los avances, «aunque sigue siendo más difícil para una mujer».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión