El funicular que conquistó la cima minera
El Ayuntamiento de Trapagaran crea una comisión para diseñar las actividades que pondrá en valor el centenario del funicular de Larreineta el próximo año
Diana Martínez
Trapagaran
Martes, 30 de septiembre 2025, 17:36
Decía Luis de Castresana, premio nacional de Literatura y natural de Trapagaran, que el balcón de Bizkaia es Larreineta, desde la estación del funicular. Todo un símbolo del pasado minero del territorio, que alcanzó su apogeo a partir de 1876, cuando la zona alta de los Montes de Triano y Galdames sufrió una transformación que supuso el comienzo de la denominada gran explotación minera. Un periodo que abarcó hasta principios del siglo XX y que alcanzó su mayor desarrollo en los años noventa del siglo XIX como consecuencia de la fuerte demanda de la industria siderúrgica europea. Su mayor producción se originó en 1899, alcanzando 6,5 millones de toneladas.
El próximo año este símbolo que marcó un antes y un después en el desarrollo económico vizcaíno estará de aniversario. El funicular de Larreineta cumplirá un siglo desde que se inauguró en 1926. Fue una década antes cuando Jaime de Orue y Olavarria tuvo la idea de construir este medio de transporte que superase las dificultades del terreno para facilitar el transporte de personas y mercancías –existía una carretera de 8 kilómetros que unía ambas zonas del municipio pero se tardaba hora y media en subir el género–, y paliar así los problemas de aislamiento que sufrían los barrios de Larreineta y La Arboleda debido a la creciente actividad minera, que generó una notable concentración de población, con más de 5.000 habitantes, superior a la del centro del municipio. En 1919 cedió los derechos a la Diputación, entidad que aprobó el proyecto al año siguiente por más de 1,5 millones de pesetas (más de 9.000 euros a día de hoy).
Las obras fueron dirigidas por el ingeniero Francisco Guinea, mientras que las dos estaciones, de estilo neovasco y ubicadas en La Escontrilla y en Larreineta, fueron diseñadas por el arquitecto Diego de Basterra. La primera está situada a 62 metros sobre el nivel del mar, mientras que la segunda, a 404. Este invento salva un desnivel de 342 metros, con una pendiente máxima del 35,9%.
Construido en 1926 para transportar mercancías desde La Arboleda, fue declarado Bien de Interés Cultural en 2014
El singular diseño de este medio de transporte lo convirtió en el único funicular del Estado, y uno de los pocos del mundo, en tener las cabinas colocadas sobre una plataforma horizontal, no paralelas a las vías. Además, una grúa puente instalada en cada estación permitía retirar las cabinas y dejar libre la plataforma sobre la que se colocaban vehículos –admitía camiones de hasta 9,3 toneladas–.
Valor histórico
Debido a su valor histórico, el funicular fue declarado Bien de Interés Cultural el 15 de julio de 2014. En los últimos años se han puesto en marcha distintas iniciativas para ponerlo en valor desde el Gobierno vasco, la Diputación y el Ayuntamiento. Por ejemplo, ambas estaciones cuentan con paneles con imágenes y documentación sobre la historia minera y esta infraestructura, así como una maqueta. Y en 2022 Larreineta recuperó la cabina de madera original de 1926, que fue sustituida en 1985 por otra más moderna y trasladada al Museo Vasco del Ferrocarril en Azpeitia, y restaurada por Euskotren.
Ahora, con motivo de la celebración en 2026 de los 100 años del funicular, el Consistorio organiza este martes una reunión abierta a la ciudadanía para formar una comisión y diseñar el programa que conmemorará la efeméride. «Visitas escolares, un libro, un sello conmemorativo... A ver qué podemos hacer para poner en valor el recurso turístico de mayor importancia que tenemos en la Zona Minera», apunta el alcalde, Miguel Ángel Gómez Viar.