«El Ibilaldia será distinto, no habrá actos multitudinarios y salpicará a toda Bizkaia»

Es el día grande de las ikastolas. Una jornada de disfrute generalizado, para pequeños y mayores, con un importante poso para el euskera y la cultura vasca. La mecha del Ibilaldia se vuelve a prender, pero de otra forma, condicionada por el virus. La pandemia le vuelve a golpear por segunda edición consecutiva y trastoca los planes de las ikastolas Ander Deuna (Sopela) y Betiko (Leioa), que se vuelven a dar la mano para preparar la 42 edición, que tendrá su broche el 30 de mayo en la localidad costera.

«Será una edición diferente», coinciden Xabier Ugalde, director de Ander Deuna, y Koldo Tellitu, presidente de Betiko, quienes miran de reojo la evolución del coronavirus para empezar a dar forma al evento. Las restricciones obligan a rediseñar la fiesta y hacer hincapié en las actividades previas para evitar grandes aglomeraciones en el día grande. Una edición «más global» que 'empapará' Leioa, Uribe Kosta y también otros puntos del territorio.

– Los organizadores siempre han cifrado en cerca de 100.000 el número de asistentes al Ibilaldia, algo impensable ahora.

– Xabier Ugalde: Ni 100.000, ni 50.000, ni 25.000... Es muy difícil que puedan juntarse todas esas personas en un pueblo, ojalá estemos para entonces en otra situación. Tenemos claro que no va a haber actos multitudinarios. Nos va a tocar vivir otro tipo de Ibilaldia. Nos tenemos que reinventar y en este momento estamos recabando ideas y posibilidades que podamos llevar a cabo. Nos estamos fijando en cómo se están desarrollando diferentes actos musicales, de teatro o jornadas educativas y ver las posibilidades para introducirlos en nuestro programa. Los conciertos del día 30 es lo que más verde tenemos por ahora. Nuestra idea es que haya, pero nada de gente saltando en ellos.

– Koldo Tellitu: Está claro que no tendrán nada que ver con los de antes. El 30 de mayo lo que nos encontraremos serán muchas actividades para los chavales, familias y grupos de amigos que vengan. El reto es diferente, más complicado porque algunos automatismos que ya existían en este tipo de fiesta no vamos a poder tomar. Toca adaptarse.

– Aunque de manera más reducida, seguramente sea la primera fiesta que reúna a un importante número de personas. Un examen controlar las medidas.

– K. T. Somos organizaciones dedicadas a la educación y en protocolos, por desgracia, tenemos experiencia. En nuestros centros dedicamos horas y horas de preparación para garantizar que los alumnos estén seguros en clase y en cualquier punto del centro. Tenemos práctica y sabemos lo que supone preparar protocolos para distintas circunstancias. No hay ninguna duda de que en ese día también habrá una extrema seguridad.

– ¿Se blindará Sopela?

– K. T. No sabemos todavía si se concentrarán todos los actos en una zona de Sopela o si habrá un recorrido y se repartirán por diferentes 'gunes'. Tenemos la mente abierta a cualquier opción por ahora. Como están las cosas habrá que limitar la asistencia para no juntar a mucha gente.

– X. U. Ahora ha cambiado todo y será el escenario que dibuje la pandemia el que nos lo vaya marcando. Igual no tenemos que centrarnos tanto en ese día y más en los previos por el territorio.

– ¿Se apuesta por 'salpicar' distintos puntos de Bizkaia con las actividades previas?

– X. U. Eso es, que no solo se centren en Sopela o Leioa, sino también en otros pueblos de Bizkaia para que la fiesta llegue a otros pueblos donde haya ikastolas. Esto nos evitaría vivir grandes aglomeraciones el día 30 de mayo. Nuestra idea es que todos los meses haya algo. En el día grande se mantendrá el número de actos, pero en esta ocasión se hará especial hincapié en la antesala. El Ibilaldia más global que arrancará a partir de enero esta vez no se va a posponer. La sociedad está un poco agarrotada, necesita no entrar en un desánimo de no poder hacer nada. Vamos a intentar hacerlo, que esto pueda servir como punto de inflexión.

– K.T. Hay que intentar recuperar, extremando las medidas de seguridad, esas actividades que juntan a la gente en actos, en este caso por el euskera y la cultura vasca. Es un poco un grito de ilusión, que se pueda celebrar es sinónimo de que estamos mejor de la pandemia. Además, el objetivo es que en el marco del Ibilaldia se hayan celebrado al menos diez actos para calentar motores, contando también con los que trabaja Ikastolen Elkartea a nivel de toda la comunidad vasca con el resto de fiestas de ikastolas.

– El Ibilaldia, además de ser una fiesta cultural vasca, también persigue crear una hucha para que las ikastolas puedan afrontar inversiones.

– X. U. Si se consigue tener beneficio, queremos seguir renovando los edificios que en ocasiones tantas necesidades tienen.

– K. T. Estamos trabajando en una lotería que se llama 'Tanta' y en la tienda 'online' para la venta de merchandising para conseguir financiación y aligerar así la inversión para los centros.