

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La pandemia convirtió a las terrazas en el lugar más deseado para consumir en los establecimientos de hostelería del barrio erandiotarra de Astrabudua. Desde entonces, los ingresos que se perciben de esta dinámica significa alrededor de un 70% para el sector, según los administradores de ... los locales que se ubican alrededor de la plaza Josu Murueta. Sin embargo, a partir de este lunes, ese porcentaje se dejará de facturar ante el vallado de gran parte del espacio para acometer obras de reforma.
El impacto de los trabajos en los bares será «considerable», ya que se verán obligados a retirar sus terrazas de la plaza, donde muchos tienen permisos para montar entre ocho y veinte mesas. «La cuesta de enero se recrudece y puede que se prorrogue hasta primavera», indica uno de los afectados. La duración del proyecto se prevé será de al menos cinco meses, durante ese periodo solo se habilitarán solo los pasos peatonales y los accesos de emergencia y garajes.
Aunque el Ayuntamiento de Erandio informó oficialmente el pasado miércoles a la comunidad del inicio de las obras, los hosteleros recibieron el comunicado el 3 de enero, dejando apenas diez días para adaptarse a la situación. Este plazo corto ha generado malestar entre los propietarios de los bares, quienes afirman que no se les dio suficiente tiempo para planificar sus alternativas. «Llevamos casi tres años con el anuncio de que se harían las obras, pero esta vez se ha hecho realidad. Habrá algunos bares que la pasen mal», afirma Francisco Gómez, propietario de La Plaza Café.
El cerramiento provocará que cinco establecimientos reacomoden la distribución de sus terrazas. En la mejor de las situaciones, sólo podrán mantener un máximo de cinco. En el caso del bar Victor, su dueño ha gestionado con los propietarios de una tienda de alimentación contigua el permiso para colocar una mesa alta sin taburetes y pretende ubicar otras un poco más apiñadas bajo el soportal.
«La gente prefiere estar en las terrazas aunque haga viento o llueva y más aún cuando empiece el buen tiempo en primavera. Esperamos que los clientes habituales opten por estar dentro al no haber más posibilidades», confía Gómez. Le secunda José Antonio Peribañez del bar San Lorenzo. Sin embargo, reconoce que enero y febrero son los mejores meses para hacer los trabajos. «En invierno hay menos personas que se quedan fuera». También buscará alternativas ya que de los cinco locales es el único que perderá todas sus mesas en el exterior. Para mitigar el impacto, solicitará al Ayuntamiento la posibilidad de ocupar un área de cargue y descargue o la acera de enfrente para colocar el mobiliario, ya que el espacio interior es pequeño y tampoco puede instalar alguna mesa adicional sin obstruir el paso.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La artista argentina Emilia, cabeza de cartel del Música en Grande
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.