La educadora de las hijas de Maguette: «La niña dijo que su papá cortó con un cuchillo a su mamá»
La mujer y otra docena de testigos declararon este martes en la segunda sesión de la vista que se celebra en Bilbao
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Bizkaia celebró este martes la segunda sesión del juicio contra Bara N., acusado de matar a su ... mujer, Maguette Mbeugou, en su domicilio de la calle Ollerías Altas de Bilbao en septiembre de 2018. Uno de los testimonios más relevants de la jornada fue el de la educadora del hogar de acogida al que llegaron tras el crimen las hijas de la pareja, de 2 y 4 años. Relató que, «durante los seis meses» que estuvieron en el centro, la niña mayor repetía con frecuencia que su padre «había cortado en el cuello con un cuchillo a su madre».
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La profesional recordó que «gesticulaba» mucho. «Hacía el gesto» de degollar y contaba que «mamá está en el suelo con mucho tomate y muy malita, hay que curarla y ponerle tiritas». La niña -el acusado aseguró el lunes que las menores no estuvieron presentes durante lo que describió como «la pelea»- explicaba que «mi madre hacía el Spiderman (saltaba) cuando mi padre estaba con el cuchillo». Y también «la rana», en referencia a los ruidos que emitía durante su agonía.
Su cara, lamentó, «era el espejo del alma». «Vinieron en estado de 'shock', como personas sin vida -afirmó-. No he visto un niño igual en los 15 años que llevo en esto». Ambas tenían «pesadillas», se levantaban por la noche «llorando, llamando a su madre». Por la mañana estaban «muy serias, calladas, con la cara hinchada y ojeras».
Por la sede judicial también pasaron varios ertzainas que trabajaron en el caso. Los primeros en acceder al domicilio explicaron que hallaron a las niñas «semidesnudas» y que la mayor les comentó que su padre «se había ido pronto a trabajar y les había dicho que dejaran a su madre descansar, que estaba muy cansada». Después fueron hasta una habitación situada «al fondo» de la vivienda, donde las pequeñas les dijeron que estaba Maguette. En mitad de la habitación, que tenía «las persianas bajadas y la luz apagada», vislumbraron lo que les parecía «un bulto bajo una manta» y «manchas compatibles con sangre». Sacaron a las niñas de la casa y volvieron a entrar. Al levantar la manta, «vimos a una mujer con una herida en el cuello de oreja a oreja, totalmente cortado».
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El instructor y el secretario de la investigación apreciaron desde el primer momento que se trataba de «una situación extraña» y que todas las sospechas apuntaban hacia Bara N., ya que solía llegar «a comer sobre las 13.00 horas y no se presentó». Para la resolución del caso resultó determinante la información aportada por un amigo del procesado, a quien «le había pedido que se pasara a ver qué tal estaban las niñas». Este hombre les dijo a los policías que «estaba en Mutriku». Otra de las claves fue la declaración de la vecina del piso contiguo, que oyó «gritos» de adultos y «llantos de las niñas».
El agente que le detuvo cuando intentaba abandonar la vivienda de su amigo en la localidad guipuzcoana «descolgándose por una ventana de la fachada trasera» le preguntó por un corte que tenía en el cuello. «De forma sencilla, voluntaria y sin problemas -relató el testigo-, me comentó que su mujer le atacó con un cuchillo de grandes dimensiones, y que en ese forcejeo se produjeron las lesiones que tenía él y el acuchillamiento de ella».
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Trasladado a la comisaría de la Policía local para efectuar un registro corporal, comprobaron que su ropa «tenía restos de sangre», pero ninguna otra herida. Durante la conversación que mantuvieron en el coche patrulla camino del hospital, señaló a los agentes que se había desecho de los cuchillos en un contenedor de Atxuri y que luego fue a Zabalburu para coger un autobús a Mutriku. «No dijo que fuera a Zabalburu a entregarse en la comisaría», precisó el testigo. Otro efectivo policial indicó que, pese a haber confesado en un primer momento que era «el autor de los hechos», a la hora de prestar declaración «se negó a responder». Su actitud, valoró, fue «fría y ausente».
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