Llegan a Bilbao nueve 'niños de Chernóbil' con sus familias
La expedición, de 32 personas, va a repartirse entre casas particulares y un hotel: «Nos han venido enseñando en los móviles sus pueblos destrozados»
Poco a poco, van llegando más refugiados ucranianos que escapan de la guerra. Ayer hizo el viaje desde Valencia un grupo de 32 personas traído ... por la asociación Chernobileko Umeak: se trata de nueve 'niños de Chernóbil' que pasaron los veranos con familias vizcaínas y ahora vienen acompañados por sus parientes más cercanos o, mejor dicho, por aquellos parientes autorizados a abandonar el país. «Hay madres, hermanas..., pero no hay ni padres ni hermanos mayores, porque han tenido que quedarse allí. Eso sí, algunas vienen ya con sus hijos: hay dos bebés», explica Ángel Castro, presidente del Sestao River y miembro de la asociación, que ayer acompañó a los refugiados y se refiere a ellos como «familia nuestra».
El grupo hizo el viaje desde la frontera polaca hasta Valencia como parte de una expedición de varios autobuses organizada por la oenegé Juntos por la Vida. La llegada a Bilbao, a eso de las ocho de la tarde de ayer, dio lugar a escenas de intensa emoción, con el reencuentro en unas circunstancias tan terribles. Ya en Bizkaia, cuatro de las familias se alojarán en domicilios particulares (esas mismas casas a las que, hace años, los niños vinieron de vacaciones) y el resto se quedará en el hotel Ilunion de Rodríguez Arias, que ha cedido treinta habitaciones para esta crisis humanitaria y ya la víspera recibió a otro grupo similar de refugiados ucranianos.
«Han vivido una auténtica odisea: llevan doce días durmiendo en el suelo, sin ducharse, malcomiendo...»
Las familias que llegaron ayer proceden de pequeñas poblaciones de una región cercana a Kiev, justo la zona por donde hicieron su entrada las tropas y los tanques rusos. «Han vivido un drama y una auténtica odisea: llevan doce días durmiendo en el suelo, sin ducharse, malcomiendo, muchos sin documentación... Durante el viaje nos han enseñado en sus móviles las imágenes de sus pueblos con las casas destrozadas. Es un horror», relata Castro, que ha ejercido de anfitrión de estas personas pero no ha podido traer a sus dos 'niñas', aquellas crías que acogía en su casa y que hoy tienen ya 22 y 27 años. «Ellas vivían en Kiev, tenían trabajo, y ahora están como voluntarias en un albergue de Lviv: haciendo camas, preparando comidas... Ahí están mis niñas, ayudando. Han decidido que su sitio está allí y me parece una opción muy valiente».
Otro autobús organizado
La asociación Chernobileko Umeak tiene ya preparado otro autobús que partirá hacia la frontera entre Ucrania y Polonia para recoger a otras cuarenta o cincuenta personas, cuya llegada a Bilbao está prevista para el domingo. «Este otro viaje lo hemos preparado ya por nuestra cuenta, gracias a los donativos de toda esa gente que se ha volcado», agradece Castro.
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Con este nuevo contingente, prácticamente se ha doblado el número de refugiados ucranianos que se alojan en el Ilunion. Fuentes del hotel explicaron ayer que, en caso de que las habitaciones que tienen reservadas para estas personas se queden cortas, están dispuestos a extender la iniciativa al otro establecimiento de la cadena, el Ilunion San Mamés. «Estamos intentando que se integren no como clientes, sino como parte de una gran familia», comentó un portavoz.
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