Llaves de pugilato, llaveros «zorrita grande»: detenido en Bilbao por la venta ilegal de armas para «autodefensa feminista»
Los artilugios contaban con unas tarjetas en las que advertían a los compradores de que las autoridades podrían requisarles los artículos o multarles por su posesión
Lorena Gil
Lunes, 24 de febrero 2025, 10:54
La Guardia Civil ha intervenido un total de 119 llaves de pugilato y 194 productos de contrabando en un establecimiento que ofertaba armas prohibidas como artículos de «autodefensa feminista» en la zona de Zorrozaurre en Bilbao.
En el marco del plan anual de inspección sobre el control de armas, explosivos, pirotecnia y cartuchería, y de la persecución del fraude fiscal y del contrabando, los agentes inspeccionaron este local que anunciaba a través de Internet la venta de armas prohibidas, comestibles y cosméticos procedentes de terceros países no pertenecientes a la Comunidad Europea.
En el interior de la nave encontraron un total de 119 armas prohibidas. Entre ellas figuraban 14 «anillos», 29 «llaveros zorrita grande», cuatro «llaveros Galaxy», 15 «llaveros gato», 29 «llaveros gatita», dos «llaveros zorro», 24 «llaveros clítoris pequeño», dos «llaveros clítoris grande». Todas ellas eran armas de pugilato y de fabricación artesanal propia que además eran publicitadas como armas de «autodefensa feminista».
Los artículos contaban con unas tarjetas en las que advertían a los compradores que las autoridades podrían requisarles el arma o multarles por su posesión. Por eso, recomendaban que si se iban a topar con algún agente evitasen portarlo. Ahora bien, sí animaban a usar el arma en caso de agresión.
Además, los agentes localizaron pegatinas en las estanterías del local con las siglas «ACAB – All Clitoris Are Beautiful», haciendo alusión a las siglas «ACAB – All Cops Are Bastards» (todos los policías son bastardos).
Durante el registro, los guardias civiles también descubrieron un total de 140 productos etiquetados incorrectamente y 54 a los que no les constaba ningún tipo de importador. Todos fueron precintados.
El dueño del establecimiento se enfrenta a cinco denuncias por infracción grave por fabricación y venta de armas prohibidas, por contrabando de productos que carecían de importador legal en el territorio nacional, a la normativa de consumo por etiquetado incorrecto, por tenencia de estupefacientes en lugares públicos y por falta de respeto a los agentes de la autoridad.