El plan de choque foral para sacar de la crisis a Las Encartaciones divide a los alcaldes
Se cumplen dos años de su puesta en marcha y las impresiones de los primeros ediles no son todo lo buenas que cabría esperar
Las Encartaciones vivió en 2017 un final de verano caliente. Porque a los problemas estructurales de la comarca más extensa de Bizkaia, donde apenas una ... veintena de empresas contaban con más de 25 empleados, el PIB se mantenía un 33% por debajo de la media del territorio, el paro batía récords y las infraestructuras no respondían a las necesidades de la población, se unió entonces el futuro incierto de los trabajadores del grupo papelero CEL, que el 17 de septiembre se echaban a la calle en demanda de soluciones en una manifestación que secundaron más de 3.000 personas. En aquel escenario especialmente crispado, tocaba mover ficha. Por eso tres días después de la protes ta, el diputado general emplazaba a los alcaldes encartados a una reunión en la que les anunciaba la puesta en marcha de un plan de rescate para la zona.
El documento, que entraba en vigor el 1 de enero de 2018 con una docena de medidas consensuadas con el Gobierno vasco, aspiraba «a dar el empujón definitivo para sacar a la comarca del bache provocado por la crisis económica». Dos años después toca hacer balance de un programa que tiene los días contados porque la Administración foral se prepara para sustituirlo por otro de carácter estratégico a 10 años vista. El 27 de enero los responsables forales evaluarán en una reunión con los once alcaldes el trabajo realizado en este tiempo. Por eso han rehusado realizar declaraciones al respecto. Igual que los regidores de Zalla, Alonsotegi, Güeñes, Sopuerta y Galdames, que esperarán a conocer las conclusiones oficiales para hacerlas suyas. El resto de primeros ediles han avanzado sus primeras impresiones. Estas son algunas de ellas.
Los datos
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34.763 habitantes de los once municipios representan el 3% de la población de Bizkaia.
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15% es la tasa de paro de Las Encartaciones, tres puntos por encima de la media de Bizkaia y Euskadi.
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60% de la población encartada trabaja fuera de la comarca. De ahí la necesidad de mejorar el transporte.
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Aitor Larrinaga | Balmaseda (CLI)
«Hace falta más tiempoe implicación»
Al alcalde de Balmaseda, el plan de estímulo de Las Encartaciones, un documento «oportunista, recopilatorio de actuaciones que llevaban tiempo paradas por cuestiones políticas o económicas», se le ha quedado corto. Porque, a su juicio, abordar todos los problemas de una comarca donde la crisis se ha convertido ya en «algo estructural» necesita «más tiempo y más implicación, y no es solo una cuestión de dinero». El regidor de la Candidatura Local Independiente (CLI), que arrebató la alcaldía al PNV después de 40 años en los comicios de mayo, defiende que la ciudadanía «no ha visto mejoras» en este tiempo. El transporte, lamenta, «no funciona», especialmente el ferroviario, la tasa de paro, del 15%, se mantiene tres puntos por encima de las medias vizcaína y vasca, y hace falta «terreno industrial para que venga una empresa tractora».
Pese a todo, reconoce «el esfuerzo» de la Diputación y se confiesa «esperanzado» por sus propuestas de futuro. «Parece que se han tomado en serio que en Bizkaia hay comarcas con diferencias estructurales y que si no hay un plan estratégico nos vamos a quedar atrás», subraya. Por eso reclama un proyecto integral importante «que llevar a Europa» en busca de financiación para dejar de ser «los últimos de la fila».
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Iosu Udaeta | Arcentales (PNV)
«Lo que se ha ido moviendo está dando resultados»
En Arcentales, municipio de la zona más rural de Las Encartaciones, reina el optimismo. Lo dice su alcalde, para quien el plan de rescate de la comarca no ha sido papel mojado. «Lo que se ha ido moviendo en estos dos años está dando resultados», celebra. La fibra óptica, que quitaba el sueño desde hace tiempo a habitantes, comerciantes y empresarios de la localidad, «ya ha llegado», advierte Udaeta. También se observan «mejoras en el transporte público» y la reforma de la carretera BI-630, largamente reivindicada, encara su primera fase: 4,5 kilómetros entre Balmaseda y Malabrigo. «Siempre hemos sido los grandes olvidados de Bizkaia y ahora estamos contentos, aunque no se puede decir que al 100% porque queda mucho trabajo por hacer».
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Ángela Eguía | Gordexola (PNV)
«El territorio vive ahorasu momento clave»
Ángela Eguía se muestra prudente a la hora de reflexionar sobre el plan de choque para la comarca encartada. «El día 27 nos reuniremos con la Diputación y prefiero valorarlo con todos los datos actualizados», se disculpa. Eso no quita para que la alcaldesa tenga su propia percepción de las cosas, y no es mala. «Enkarterri está viviendo su momento, un momento clave», afirma. Porque, en su opinión, enlanzar la iniciativa puesta en marcha en 2018 con el proyecto estratégico que perfila desde hace un par de meses la institución foral para la próxima década debe dar buenos resultados. «Nos va a servir para seguir avanzando, para ver una salida hacia un mayor desarrollo empresarial, social y económico», augura. Y si a esto se suma el proyecto Labean, que ayer mismo se presentó en Zalla y que persigue mejorar la calidad de vida en el medio rural a través de la innovación, el panorama «pinta bien».
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Raúl Palacio | Carranza (Karrantza Zabala)
«Los números son tozudos y la realidad, muy deficitaria»
«Más allá de las obras de la carretera, la población no ve beneficios». Así de tajante se muestra el alcalde de Carranza a la hora de valorar los resultados de un plan de estímulo, que surgió, dice, «para responder a una sensación de hartazgo por el abandono histórico de la comarca, el paro, el riesgo de pobreza, los problemas estructurales de transporte, la situación de empresas como CEL...». Era el momento de hacer algo «por el agravio comparativo que sufríamos con el resto de Bizkaia», y se empezó a trabajar en base a una hoja de ruta pactada entre todas las instituaciones implicadas.
El primer punto, celebra Palacio, se consiguió. «Se trataba de que las empresas de Enkarterri se beneficiaran de las ayudas que concede la Unión Europea para las zonas más desfavorecidas», explica el regidor. Y el Ejecutivo vasco acabó por meter a la comarca en su plan Indartu. Pero en Carranza el transporte y el agua para el sector agroganadero siguen preocupando, y mucho. «O el Gobierno vasco negocia con el central para solucionar el problema del tren o vamos a seguir abandonados», lamenta el primer edil, para quien la realidad de Las Encartaciones «sigue siendo muy deficitaria. Los números son tozudos, poco han cambiado los datos».
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José Manuel Coterón | Trucíos (PNV)
«Que no se les olvide que seguimos aquí»
«¿Sabes cuándo se nota que las cosas funcionan? Cuando convocas a un montón de gente a una reunión y no falta nadie». Eso pasa, dice el alcalde de Trucíos, en cada uno de los encuentros convocados por la Diputación para hablar de Las Encartaciones «porque son de utilidad». «Se han puesto en la labor», destaca Coterón, encantado con que por fin se vean obras en la carretera entre Zalla y Lanestosa -«es bueno para la zona rural y para la comarca»-, y con que «algunas empresas ya quieran venir». «Esto era lo más triste del mundo, pero ahora nos están haciendo caso. Que no se les olvide que seguimos aquí».
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Martín Crespo | Lanestosa (PNV)
«Vivimos al lado de Cantabria y en nuestra zona se hace mucho más»
Para la villa de Lanestosa, el municipio más pequeño de Bizkaia, situado junto al más grande, Carranza, la extesión de la banda ancha para garantizar la conexión a internet era importante, y ha llegado con el plan de estímulo, como las obras de la carretera. «En lo que más se insistió se ha actuado», celebra el alcalde, que insiste en la necesidad de «seguir avanzando en la comunicación, mejorar el tren, impulsar la creación de empleo, que depende mucho de los privados...». Crespo lanza un mensaje «optimista» de cara al futuro. «Vivimos al lado de Cantabria y lo que veo es que aquí se hace mucho más. Tenemos que seguir así».
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