¿Dónde irán los grupos de jóvenes sin techo que viven ahí?

En realidad, los dos inmuebles están habitados desde hace mucho tiempo. Y también lo están distintos pabellones abandonados de Zorrozaurre. De hecho, cuando se demolió Tarabusi hubo que desalojar a una decena que se habían instalado ahí. Y cuando se haga lo propio con Lancor y Consonni, previsiblemente el próximo año, ocurrirá lo mismo. La diferencia es que en estos últimos hay varios grupos de chavales, decenas de jóvenes muy visibles tanto en el interior del edificio sin paredes, como en el exterior cualquier día de estos, ahora que hace buen tiempo.

Algunos de ellos cursan distintos grados formativos, otros van a la chatarra, y otros a veces la lían, como saben y han dicho los vecinos de Zorrozaurre en varias ocasiones. Cada vez que hay un desalojo hay una primera atención del Servicio Municipal de Urgencias Sociales (SMUS), que da una respuesta temporal a esta gente. Pero lo habitual es que se busquen la vida en otro lugar.

Hay muchos. En los últimos tiempos proliferan en Bilbao los campamentos de personas sin hogar en las laderas de los montes circundantes. También ocurre en municipios vecinos: en Barakaldo, Getxo, Berango... Y la cifra de edificios ruinosos en el área metropolitana que están ocupados es elevado, pero un misterio.