Los franceses votan en las presidenciales más inciertas de la historia
Macron, Le Pen, Fillon y Mélechon se disputan las dos plazas de finalistas en la segunda vuelta del 7 de mayo. La tasa de participación a las 12 horas era del 28,54%, ligeramente superior a la de 2012
F. ITURRIBARRÍA
Domingo, 23 de abril 2017, 02:14
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Francia está celebrando hoy las elecciones presidenciales más impredecibles de su historia. Cuatro de los once candidatos en liza se disputan en esta primera vuelta las dos plazas de finalista en el duelo decisivo del 7 de mayo. El centrista Emmanuel Macron, la ultraderechista Marine Le Pen, el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon se alinean, por este orden, en las primeras posiciones de la parrilla de salida de la carrera al Elíseo. Los cuatros ya han acudido a votar.
La participación era del 28,54 % hasta el mediodía, algo superior a la de 2012, desafía por ahora los pronósticos que apuntaban a una alta abstención en las elecciones presidenciales de Francia, en un día primaveral que invita a los franceses a acudir a los colegios electorales.
En una jornada sin incidencias reseñables hasta primera hora de la tarde, los cuatro grandes favoritos según las encuestas -el socioliberal Emmanuel Macron, la ultraderechista Marine Le Pen, el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon- ya han ejercido su derecho entre fuertes medidas de seguridad.
El cuarteto se somete al veredicto de las urnas envuelto en el pañuelo del empate técnico por el margen de error de las encuestas. El comportamiento de los indecisos, la volatilidad del electorado y el impacto a última hora de la amenaza terrorista pueden resultar determinantes.
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Los cinco sondeos publicados el viernes, último plazo autorizado por el código electoral, arrojan las siguientes horquillas: Macron, del 23 al 24,5%; Le Pen, del 21,5 al 23%; Fillon, del 19 al 21%; y Mélenchon, del 18,5% al 19,5%. De ellos, uno fue realizado tras el atentado perpetrado el jueves por la noche en los Campos Elíseos que se cobró la vida de un policía. Se trata del firmado por la empresa Odoxa para el semanario Le Point, que concede una ganancia de un punto a Le Pen (23%) y pérdidas de medio punto a Macron (24,5%), Fillon (19%) y Mélenchon (19%).
En teoría, un ataque terrorista es un acontecimiento que favorece más a la derecha y la extrema derecha que a la izquierda. «Un atentado reactiva temáticas en las cuales Marine Le Pen ya está bien posicionada. Es evidente igualmente que François Fillon, que ha adoptado sobre ese tema posiciones bastante fuertes, puede también beneficiarse», observa Bruno Jeanbart, director general de OpinionWay. Este especialista recuerda que tras el baño de sangre del 13 de noviembre de 2015, que causó 130 víctimas mortales en París y Saint-Denis, el Frente Nacional (FN, extrema derecha) pasó de estar segundo en las encuestas a convertirse en el partido más votado de Francia en las regionales de diciembre de 2015.
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Un hombre con un cuchillo causa el pánico en una estación
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Un hombre armado con un cuchillo fue detenido ayer en la estación Gare du Nord de París tras causar un «movimiento de pánico», dos días después del atentado que acabó con la vida de un gendarme en la capital francesa. «Un individuo que llevaba un cuchillo entró en la estación y una patrulla de gendarmes lo localizó y procedió inmediatamente a su detención», explicó la Policía. Según otra fuente policial, fueron «los viajeros» los que detectaron al joven, un maliense de 20 años desconocido de los servicios de la policía, «armado con un cuchillo, en el interior de la estación». Avisaron entonces a los agentes, que intervinieron «pistola en mano» para detenerlo. La misma fuente precisó que el arresto provocó un «movimiento de pánico», y que varios pasajeros abandonaron sus maletas en plena estación.
Evitar las colas
El terrorismo viene a sumar una nueva incógnita y un factor de incertidumbre adicional al escrutinio. «Mi única certeza es la de un gran riesgo para un candidato que dé la impresión de querer instrumentalizar el atentado», reconoce Emmanuel Riviére, director general de Kantar Sofres. A su juicio, existe la fuerte posibilidad de que el voto por el Frente Nacional se vea afectado por la impresión de peligrosidad. «Esto quebranta la única certeza que teníamos como encuestadores, a saber la presencia de Marine Le Pen en la segunda vuelta», advierte.
El maquiavélico voto estratega
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Las presidencales francesas de 2017 son el paraíso del voto estratega. Este novedoso concepto define las maquiavélicas maquinaciones de los electores en función de las encuestas. Las primarias abiertas del centro-derecha y los socialistas fueron un magnífico ejemplo de la tendencia a jugar contra pronóstico y crear la sorpresa. Intrusos de derecha e izquierda se colaron en los escrutinios del bando oponente para eliminar a Nicolas Sarkozy y Manuel Valls. Hoy los vencedores, François Fillon y Benoît Hamon, corren el riesgo de verse apeados a las primeras de cambio, todo un aviso a navegantes por la experiencia de designar a los candidatos al margen de los aparatos de los partidos.
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«Más que nunca, los electores van a hacerse estrategas», escribe Guillaume Tabard en el diario Le Figaro. «No van a determinarse únicamente en función de sus convicciones, sino de la configuración de la segunda vuelta que imaginan o, más bien, que temen», aventura el analista. A su juicio, el voto útil clásico beneficia al candidato de un mismo campo que tiene más posibilidades de llegar en cabeza mientras que el voto estratega tiene en cuenta un riesgo. Así un elector de derechas podría votar por el centrista Emmanuel Macron para evitar una final entre el izquierdista Jean-Luc Mélenchon y la ultra Marine Le Pen si cree que la remontada del conservador François Fillon es insuficiente.
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La complejidad de la incoherencia de ese voto se refleja en que varios candidatos cosechan en sus electorados respectivos intenciones de voto más fuertes que el deseo de victoria. Es el caso de Marine Le Pen el 18% está motivado por su triunfo frente a un 22,5% de intenciones de voto, según revela una encuesta del Cevipof. «Signo de un voto por defecto, semejante escenario confirma que todas las condiciones están reunidas para un voto estratégico invertido», analiza Martial Foucault, director del estudio.
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Este trabajo, el más completo que se realiza en Francia, se ha interesado por saber si los encuestados piensan que los sondeos aventajan o desfavorecen a los aspirantes. El 28% estima que las encuestas conceden a Mélenchon un resultado superior al que obtendrá. Pero en el caso de Fillon un 40% cree que sus intenciones de voto son inferiores a las papeletas que finalmente reunirá.
Más de 50.000 policías, gendarmes y militares han sido movilizados en la protección de los 67.000 colegios electorales, donde ayer ya se comenzó a votar en los territorios extraeuropeos. Las autoridades gubernativas han impartido la consigna de evitar en la medida de lo posible las colas de votantes en la vía pública. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha decidido poner un agente de seguridad en los 356 colegios más expuestos de los 869 existentes en la capital.
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El diario Le Figaro reveló que los dos hombres detenidos el martes en Marsella en posesión de un arsenal de armas y explosivos tenían como objetivos varios colegios electorales de la ciudad mediterránea. «Querían tirar granadas artesanas hechas a partir de latas de Coca-Cola rellenas de TATP, ese potente explosivo utilizado por los terroristas», escribió citando a fuentes próximas a la investigación.
Una nota confidencial de los servicios secretos, desvelada por el periódico Le Parisien, recomienda la presencia policial desde la apertura de los colegios hasta el final del recuento de votos así como en las prefecturas, lugares de centralización y validación de los resultados. Por otro lado, la agencia nacional de seguridad de los sistemas de información ha previsto fortalecer los circuitos del Ministerio del Interior para prevenir posibles ataques informáticos al sistema de transmisión del escrutinio.
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Los expertos coinciden en que los episodios terroristas de Marsella y París en la última semana de campaña repercutirán en una mayor movilización del electorado, tocado en su fibra cívica y patriótica. Los estudios recientes más fiables indican una participación del 72%, en progresión de seis puntos en quince días. Pero era antes del atentado de los Campos Elíseos cuando el 28% de los electores se declaraba no estar seguro de ir a votar, un nivel equivalente a la abstención récord de 2002.
Más de la cuarta parte del electorado sigue sumida en la duda y no se determinará hasta última hora, incluso en el secreto de la cabina tras la cortinilla. Junto a la indecisión, la incertidumbre obedece a la movilidad de los votantes. El 58% ha cambiado la intención de voto declarada por lo menos una vez desde enero.
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En esta tesitura algunas miradas se dirigen a los big data, las informaciones que circulan en tiempo real en internet y las redes sociales. La empresa Filteris, con sede en Quebec (Canadá), publicó a medianoche del viernes este pronóstico basado en el peso digital de los candidatos: Le Pen (22,72%), Fillon (21,57%), Mélenchon (21,34%) y Macron (20,03%). La firma presume de haber anticipado con su método el Brexit, la elección de Donald Trump y la victoria de Fillon en las primarias.
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