La inestabilidad del terreno obliga a reforzar la seguridad en la AP-8 en Zaldibar y en la variante de Ermua
La Diputación añadirá al muro que construye una malla metálica para soportar hasta 7.700 metros cúbicos de vertidos, el doble de lo que cayó el día 6
Once días después del derrumbe del vertedero de Zaldibar «no se han producido movimientos» del terreno «ni afecciones sobre el tráfico», ha informado este lunes ... el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales. Pero, ha advertido, «conocemos los riegos» de una masa «inestable», como ha revelado la monitorización realizada sobre el terreno por los geólogos forales. Y más si cambias las condiciones del entorno, principalmente por la lluvia. Por eso, la Diputación ha decidido adoptar nuevas medidas para reforzar la seguridad en las vías de su titularidad afectadas por el deslizamiento de la escombrera que gestiona Verter Recycling, la AP-8 a la altura de Zaldibar y la variante de Ermua.
Así, al muro de escollera que empezó a construir el pasado día 12 junto a la calzada en sentido San Sebastián, un dique de seis metros de alto y 50 de largo que exigirá 200.000 euros de inversión, añadirá ahora una pantalla dinámica anti-taludes, formada por una malla metálica de 75 metros cuadrados que se instalará unos 40 metros más arriba del muro de contención antes de fin de mes. El coste estimado para su adquisición y montaje es de 75.000 euros
Según los cálculos realizados por los técnicos forales, la suma de ambos elementos permitiría contener, en caso de que se produjera un nuevo desprendimiento, hasta 7.700 metros cúbicos de vertidos. Es decir, dos veces más que la cantidad que cayó sobre la autopista y la N-634 el pasado 6 de febrero. Los equipos que la Diputación ha desplazado a la zona donde sobrevino la tragedia estudian, no obstante, otras medidas adicionales para incrementar la seguridad en la autopista.
La calzada hacia San Sebastián seguirá cerrada
El desprendimiento del vertedero mantuvo el tráfico cortado en la AP-8 y la variante de Ermua durante quince horas. La circulación en la autopista se realiza desde entonces mediante un by pass de dos kilómetros en la calzada sentido Bilbao, una situación que se mantendrá «indefinidamente hasta que quede garantizado que ya no pueden caer más vertidos», ha apuntado Pradales. Y se mejorará con barreras de hormigón para segregar los dos sentidos de circulación. Esos trabajos se ejecutarán en horario nocturno a partir del miércoles y obligarán a cortar el tráfico en la vía entre las 23.00 y las 5.00 horas durante cinco noches. Mientras, la calzada en sentido San Sebastián continuará cerrada.
Otra de las decisiones adoptadas por el departamento foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial se refiere al protocolo de colaboración establecido con la Ertzaintza para cortar la autopista al tráfico si los geólogos activan la alerta por riesgo de nuevos desprendimientos. Esa labor, para la que ahora está prevista la participación de ertzainas y personal de la sociedad foral Interbiak, se reforzará esta misma semana con la instalación de semáforos automáticos.
Al margen de estas medidas, la Diputación quiere reforzar su conocimiento sobre la geotecnia del vertedero. Con este fin, desde la mañana del 7 de febrero mantiene monitorizada la masa de residuos deslizada. Una tarea que se realiza simultánea y coordinadamente desde un puesto de control visual por parte de técnicos especializados y desde una estación topográfica que toma referencias continuas de 19 testigos colocados en puntos clave de la escombrera. Mañana finalizarán las labores para poner en marcha un segunda instalación de este tipo, que permitirá ampliar la información para fortalecer el sistema de control del basurero.
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