«Imágenes como la de la nutria en La Peña serán cada vez más frecuentes»
La mejora de la calidad del agua de la ría, con alta presencia de peces, ofrece a este animal un excelente territorio de caza
La nutria, ese elegante mustélido y excelente pescador, desapareció de Bizkaia a mediados de los ochenta. Cuenta el biólogo Iñigo Zuberogoitia que el último ejemplar ... fue abatido cruelmente en el río Cadagua por el hombre. Desde entonces, el animal que se creía extinto en el territorio ha reaparecido en el río Altube, de nuevo en el Cadagua y también en Carranza. Un proceso paulatino que arrancó un poco antes de 2010 y que se ha ido consolidando paso a paso.
Hace dos semanas, un vecino de La Peña grabó a un ejemplar en plena ría. Una imagen inédita. Zuberogoitia, una de las voces autorizadas sobre la nutria en Euskadi, no puede certificar su autenticidad al 100%, pero le parece creíble. «Tengo mis reservas porque las redes sociales están inundadas de fakes», señala. «Pero podría ser verdad», afirma. Y para sostener esta hipótesis se basa en la evolución de la especie en Bizkaia, el distinto comportamiento de los humanos hacia este mustélido y la abundancia de comida en la ría, cuya calidad del agua sigue mejorando día a día.
Mubles y carpas
«En el Nervión habíamos detectado nutrias y cachorros en 2016, aguas arriba de Miraballes», cuenta. «Son animales que tienen un territorio muy amplio, de hasta 30 kilómetros de curso fluvial. Y también habíamos observado el fenómeno en el Ibaizabal y en el Cadagua, así que, de alguna forma, estas poblaciones debían estar interconectadas y esa conexión pasa necesariamente por Bilbao».
La nutria no se va a asentar en la villa de manera permanente, advierte el experto. «No. La frecuentará y pescará aquí. Imágenes como las de La Peña serán cada vez más habituales, pero sus lugares de cría y descanso estarán aguas arriba», añade. Zuberogoitia afirma que en la ría puede encontrar «muchos mubles y carpas». A esta fuente de alimento se une el hecho de que el hombre ha desarrollado una actitud más protectora hacia este animal. «Por fortuna, ahora tenemos otra percepción y ellas se han vuelto más atrevidas».
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