El gran paseo de Zorrozaurre da sus primeros pasos junto al canal

La UTE que lleva los trabajos está formada por Acciona y Altuna y Uría, firmas que llevaron a cabo los rellenos y que ahora tienen el derecho de construir sobre ellos en pago por la obra realizada. Miriam Aizpuru, directora técnica de Loiola (que forma parte del grupo Altuna y Uría), confirma que fue en febrero cuando arrancaron las obras de urbanización en el paseo. «Ahora se están metiendo las canalizaciones, y los trabajos se irán compaginando con los proyectos edificatorios». Al final, «los acabados se harán cuando se vayan recepcionando los bloques de viviendas», explica. Es decir, que esta gran zona de esparcimiento estará lista cuando lo estén los edificios residenciales: Loiola levantará cuatro en la punta sur, junto el puente de Frank Gehry, y dos más en la punta norte, junto al puente de San Ignacio.

Si una cosa depende de la otra, ¿cuándo estarán las promociones de viviendas listas? Eso depende también del obligado proceso administrativo. «La idea es ir obteniendo las licencias edificatorias a lo largo de este año e ir acompasando esos trabajos con los del paseo», abunda la directora técnica de Loiola. En definitiva, que cuanto más diligente sea el Ayuntamiento en la tramitación de licencias, antes estará listo el paseo y a disposición de la ciudadanía.

Se trata un parque-paseo llamado a ser uno de los principales espacios verdes de la ciudad: habrá parterres, 411 árboles, graderíos de madera con vocación de observatorio en la punta norte, un estanque, fuentes de colores y más de mil bancos y asientos a lo largo del trazado al servicio de los paseantes.

Como se ha avanzado, todo ello se emplazará sobre los rellenos del canal, es decir, en los terrenos ganados a la lámina de agua para hacer una ribera uniforme que facilite el discurrir de la corriente y reduzca el riesgo de inundaciones. Hay que matizar que, aunque el paseo tendrá un total de dos kilómetros de longitud, lo que arranca ahora es la urbanización del kilómetro y medio que se corresponde con los dos extremos, que es donde se han ganado suelos al canal. La parte central tendrá que esperar. Esta zona forma parte de la segunda unidad de ejecución de la Actuación Integrada 1 (AI1), el ámbito más retrasado en el desarrollo urbanístico de Zorrozaurre, y aún habrá que aguardar bastantes años para que los planos tengan reflejo en el mundo real. Eso sí, los diseños están definidos de tal modo que lo que ahora se aborda, la urbanización de los extremos, tenga continuidad en los quinientos metros que quedan pendientes.

Como elemento más exótico en todo esto que viene estará lo que se ha bautizado como el Parque del Agua, un espacio donde convivirá un estanque ornamental de 680 metros cuadrados con una fuente próxima de 29 surtidores que emitirán agua (con chorros de hasta dos metros de altura), niebla y luz. La voluntad es que el líquido procedente de los surtidores se deslice hacia el estanque por una pendiente creando así un circuito cerrado.