El Gobierno vasco exige a las comparsas que «no obstaculicen» las denuncias por pinchazos
Bilboko Konpartsak atenderá en privado a las víctimas antes de avisar a la Ertzaintza
A tres días del arranque de la Aste Nagusia, las comparsas y las instituciones mantienen posturas dispares sobre cómo abordar en primera instancia los pinchazos ... que puedan registrarse en el espacio festivo. El primer choque quedó demostrado el pasado fin de semana en las fiestas del Puerto Viejo de Algorta. Dos integrantes de una txosna están formalmente acusadas de un delito de desobediencia grave por impedir la intervención asistencial de la Ertzaintza cuando una menor afirmó haber sentido uno de estos ataques. Hechos similares también ocurrieron en los 'puntos morados' de la Semana Grande de San Sebastián. En ambos casos, se argumentó que las txosnas tienen sus propias reglas de actuación y que no era necesaria la presencia policial.
Esta problemática se podría repetir en Bilbao. El punto de fricción entre las directrices ofrecidas por el Gobierno vasco y el protocolo antiagresiones de Bilboko Konpartsak se encuentra en la respuesta más inmediata. El colectivo anunció ayer en rueda de prensa que cuando un asistente al recinto de txosnas comunique que ha sido víctima de un pinchazo -o lo sospeche- se le atenderá en privado antes de llamar al 112, encargado de movilizar a los recursos policiales y de emergencias, como recomienda el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales en su guía antiacoso, presentada hace dos semanas.
Las comparsas de la villa no la seguirán al pie de la letra. Piden a los afectados por todo tipo de incidente de naturaleza sexista, racista o LGTBIfóbica que acudan a cualquier txosna para ponerlo en su conocimiento. Será el equipo antiagresiones de las comparsas quien le suministre el primer apoyo. El objetivo es dotarles de un espacio «seguro y asesorar a la víctima, tranquilizarla y llamar a algún familiar o amigo» para que se sienta acompañada.
Dependiendo de la gravedad de la agresión, hay líneas de trabajo diferentes. La decisión de alertar a las autoridades, subrayaron, recaerá en la propia víctima o en sus acompañantes, no en la txosna. En declaraciones posteriores a este periódico, miembros del colectivo explicaron que se trata de «no generar alarma» por la presencia policial en el recinto festivo. «Intentamos solucionarlo de una forma más tranquila y no agresiva», argumentaron.
Otra cosa será si la víctima precisa asistencia sanitaria. En ese supuesto, se llamará a los servicios asistenciales o se la acompañará a Urgencias. «En caso de sufrir una agresión, las comparseras nos hemos organizado y estamos preparadas para actuar y ayudar. Aquí nos cuidamos entre todas», manifestó públicamente Nerea Matute, una de las portavoces de Bilboko Konpartsak.
Esta forma de actuar dista bastante de lo que prescriben las instituciones. Medios del Ejecutivo autonómico insisten en la importancia de llamar con celeridad a SOS Deiak de producirse un pinchazo y exigen «no obstaculizar» la labor asistencial.
Cierres y concentraciones
«En los protocolos desarrollados contra la violencia machista y los delitos de odio en fiestas se subraya la importancia de denunciar y la conveniencia de llamar rápidamente al 112, así como la colaboración de hostelería, txosnas y demás agentes implicados», declaró la consejera Beatriz Artolazabal. La demora en la comunicación a la Policía puede suponer una «grave negligencia», precisaron a su vez fuentes del Departamento de Seguridad, al poner «en riesgo» la salud de las personas agredidas. Aunque en ninguno de los casos denunciados en Euskadi se ha llegado a detectar la presencia de sustancias inoculadas, siempre cabe la posibilidad de que se trate de un ataque real. «Tienen que ser inmediatamente atendidas por personal sanitario cualificado y someterse a una serie de pruebas médicas», enfatizaron.
El área que dirige Josu Erkoreka critica el protocolo de las comparsas porque «se obstaculiza» el trabajo de los agentes. «Con el conocimiento del caso comienza la investigación para esclarecer el presunto delito», argumentan. Por su parte, desde el Ayuntamiento animaron a todo aquel que se sienta objeto de una agresión, «sea del tipo que sea», a cursar denuncia ante la Policía Municipal o la Ertzaintza.
Ya sea porque se trata de un ataque de sumisión química o porque algún gamberro se dedica a simularlo, lo cierto es que estas prácticas están protagonizando los festejos estivales. Bilboko Konpartsak considerará todos los casos como agresión sexista, de ahí que se aplique el mismo protocolo. De esta forma, pueden ser motivo de concentraciones de repulsa o incluso de apagar la música de las txosnas, pero «se valorará la gravedad de cada caso». Es decir, no por cualquier agresión se llamará a la población a manifestarse. Si se activa esta medida, la movilización se celebrará en la plaza del Arriaga a las 19.00 horas, todas las casetas dejarán de servir y a las 00.00 horas se hará una cacerolada y se cerrará el espacio durante veinte minutos.
Las frases
Bilboko Konpartsak
«Intentamos solucionar estas situaciones de una forma más tranquila y no tan agresiva»
Consejera de Igualdad
Beatriz Artolazabal
«Es importante llamar rápidamente al 112, así como la colaboración de hostelería y txosnas»
Departamento de Seguridad
«Tienen que ser atendidas por personal sanitario y someterse a una serie de pruebas médicas»
Ayuntamiento de Bilbao
«Animamos a toda víctima de un delito, sea del tipo que sea, a interponer denuncia»
Primera punzada denunciada por un chico en Euskadi
Aunque los pinchazos se están dando entre mujeres, los hombres tampoco se libran. Un menor de edad aseguró ayer haber sufrido un ataque de este tipo en las fiestas de San Sebastián. Se trata del primer caso denunciado por un chico en Euskadi y el quinto en total que registran los festejos de la capital donostiarra. Según fuentes municipales, el suceso se produjo en la playa de la Zurriola, donde el joven sintió una punzada en una pierna. Posteriormente, puso los hechos en conocimiento de la Policía local y se activó el protocolo establecido para estos supuestos. Se le trasladó a un hospital para ser sometido a una analítica que permita hallar sustancias toxicológicas, pero el resultado no había trascendido al cierre de esta edición.
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