El Gobierno central rechaza la segregación de Usansolo

El número de habitantes de Usansolo ha sido desde el principio la cuestión que ponía en duda la viabilidad del proceso de segregación. La normativa foral fija en 2.500 vecinos el mínimo necesario para que un municipio se separe de otro. Sin embargo, la Ley de Bases de Régimen Local indica que los municipios de nueva creación «sólo podrán realizarse sobre la bases de núcleos de población territorialmente diferenciados, de al menos 5.000 habitantes», tal y como señala la resolución del Ministerio. Usansolo contaba con 4.520 vecinos en el momento de solicitar la inscripción en el registro de entidades locales.

El caso de Usansolo recuerda al de la localidad guipuzcoana de Itsaso que en 2017 se separó de Ezkio-Itsaso. Tras años de litigio, el Tribunal Supremo tumbó en 2020 la constitución del municipio independiente por no tener 5.000 habitantes. El choque competencial está servido. En mayo de este año, el PNV, EH Bildu y Unidas Podemos presentaron en el Congreso de los Diputados una iniciativa para que se reconozca el límite poblacional fijado por Diputación y que éste prevalezca sobre el estipulado por el Gobierno central.

Inscribirse como entidad local es el paso que reconocería la segregación de Usansolo y le permitiría entre otras cosas participar en las elecciones como municipio independiente. Hasta ahora, los vecinos eligen al representante de Galdakao, y no al de Usansolo, en los comicios municipales.

Tras casi cuarenta años de una reivindicación histórica de los vecinos de Usansolo, las Juntas Generales dieron luz verde al proceso de segregación el pasado noviembre. A principios de mayo, se creó la comisión gestora para dirigir de forma provisional el nuevo ayuntamiento. El presidente de la comisión, Agustín Aizpuru, solicitó la inscripción del municipio como entidad local. Ahora, el Gobierno central lo rechaza, aunque la decisión no es definitiva ya que cabe interponer un recurso ante los tribunales.