Bralette, cuando menos es menos

Cuando a Kendall Jenner veas una prenda lucir ponte en las tiendas a rebuscar. La hermanastra del cuarteto Kardashian porque hay un chico aunque nadie se acuerde de él funciona como un termómetro de las tendencias y todo lo que saca de su armario cuenta con una alta probabilidad de colarse entre los imprescindibles de la temporada. Como muestra, el bralette que vistió en el festival de Coachella habitual epicentro de 'it girls' y que amenaza con recortar centímetros de tela de una manera descarada. La pieza se encuentra a medio camino entre el crop top y el sujetador aunque se acerca mucho más a la lencería así que en este caso no vale la manida teoría de que menos es más. Aquí, y basta con mirar las fotografías que acompañan a este texto, menos es menos.

El bralette, a pesar de ese carácter tan íntimo, está dispuesto a mostrarse en cuanto suban las temperaturas. Se puede estrenar la tendencia de una forma discreta, por ejemplo, abriendo un botón de más de la camisa o se puede lucir sin reservas como si fuera un top debajo de una blazer, que puede ser incluso sustituida por una blusa (de seda, vaquera) para lograr un aspecto más fresco. El 'mix' de prendas puede continuar con una falda lápiz o con un pantalón ligero si se quiere relajar el estilismo aunque las combinaciones más atrevidas apuestan por pantalones deportivos. Otra opción, que Zara explora para su público millennial, pasa por enseñar el bralette porque esta pieza está hecha para que se vea sí o sí sin reparo alguno... pero encima de una camiseta blanca. Acertar con los juegos de superposiciones, eso sí, no resulta precisamente fácil.

Pero sea cual sea la fórmula elegida para subirse a esta tendencia no basta con rebuscar en el cajón de la lencería ni tirar de los básicos. El bralette puede asemejarse demasiado a un sujetador pero no lo es así que habrá que salir en busca del modelo adecuado. La apuesta segura es en negro, con más o menos encaje hay múltiples versiones, por ejemplo, con volantes, tirantes anchos, sin aros y ajustado al cuerpo. Miu Miu, Altuzarra, Balenciaga, Michael Kors o Mugler son sólo un puñado de marcas que han dado el sí quiero a este piezas aunque algunos diseñadores como los italianos Dolce&Gabbana y Valentino han creado sus particulares interpretaciones (denim, estampadas) que huyen del sexy excesivo.

El toque sensual, sin embargo, resulta inevitable en el bralette, que asegura la supervivencia del estilo lencero durante unos cuantos meses más. Si prendas inspiradas en camisones, pijamas y corsés habían conseguido dar el salto de la cama a la calle, sólo era cuestión de tiempo que el sujetador encontrara su hueco en el 'street style'.