Los rodajes se han multiplicado en Bizkaia durante los últimos años gracias a los beneficios fiscales E.C.

La fiscalidad como punta de lanza para potenciar la competitividad

Las instituciones buscan con cierta urgencia atraer talento y empresas y desarrollar nuevas industrias para relanzar el tejido empresarial

Domingo, 31 de agosto 2025, 00:43

Pese al innegable crecimiento del sector servicios aupado por el turismo que llega ya a Bizkaia de forma permanente, las principales administraciones del territorio son conscientes, así lo han asegurado públicamente sus portavoces, de que la prosperidad económica pasa por recuperar el peso de la industria. No solo de la industria que brillaba antaño sino de nuevos sectores emergentes de alta tecnología por los que se está apostando de forma decidida para crear ecosistemas atractivos que eviten la fuga de jóvenes y permitan atraer talento.

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Forman parte de ese plan, por ejemplo, las apuestas decididas por fomentar los rodajes audiovisuales, el polo alimentario proyectado en Ortuella y el de empresas vinculadas a la transición energética que ya funciona en Abanto. Y la estrategia que se está creando, de la mano de la UPV/EHU, en torno a la computación cuántica, una tecnología que como ocurriera en su momento con internet suena a chino a los profanos pero que llega para revolucionarlo todo.

100 millones

se calcula que puede dejar este mismo año el auge del sector cinematográfico

Las semillas de todos esos proyectos están ya sembradas, aunque por ahora podría decirse que a simple vista solo la del cine está germinando con rapidez. Los rodajes se han disparado y la explicación principal es clara: los importantes incentivos fiscales aprobados. El Concierto Económico, ese as en la manga que tiene Bizkaia respecto a otros territorios españoles con los que compite por convertirse en epicentro industrial y tecnológico.

«Un castigo»

La duda es si la fiscalidad se está utilizando de forma adecuada para este objetivo, y también para fomentar el crecimiento de las empresas tradicionales y para evitar las deslocalizaciones que cada cierto tiempo sacuden la economía territorial. Hace apenas unos meses que las Juntas Generales aprobaron una reforma tributaria cuyo impacto empezará a cuantificarse el año que viene y sobre la que se podrán sacar conclusiones claras dentro de algo más de tiempo. Su componente social, aliviando la presión a las clases medias y bajas es evidente, pero la vertiente empresarial es más controvertida y existen discrepancias.

Nuevos sectores

Bizkaia aspira a ser una referencia en rodajes de cine, tecnología cuántica, culinaria y ambiental

La presidenta de la patronal vasca no dudó en calificar la reforma como un «castigo» para las empresas y avisó de que se puede estar poniendo en riesgo la competitividad. «No se están midiendo las consecuencias económicas», dijo Tamara Yagüe además de asegurar que ahora mismo las exigencias tributarias españolas son más propicias que las vascas. Esta visión no la comparte, claro, desde la Diputación. Su máxima responsable, Elixabete Etxanobe, negó que se busque penalizar a las empresas, aunque los nuevos incentivos se brindan para aquellas que «muestren su compromiso social y medioambiental».

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