Teresa Laespada | Diputada foral de Empleo, Cohesión Social e Igualdad
«Euskadi se equivoca al no acoger a menores de Canarias; tenemos capacidad»La segunda teniente de diputada general destaca la relevancia de los migrantes en un panorama laboral sin relevo en Bizkaia
Teresa Laespada (Bilbao, 1965) cumple diez años como diputada foral, los últimos dos con el reto de alumbrar un plan de empleo -presentado la semana ... pasada- que permita hacer frente a la transformación del mercado laboral que afronta Bizkaia. La cohesión social y el acompañamiento a los jóvenes extranjeros no acompañados que salen de los centros de menores también son responsabilidad de su cartera y tiene claro que, en el caso del reparto entre las diferentes comunidades de los más de 4.000 menores que permanecen en Canarias, el País Vasco se ha «equivocado» al no acoger a ninguno.
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- Solo se incorporan al mercado laboral 194 jóvenes por cada 500 jubilaciones. No parece fácil cubrir 360.000 empleos en una década.
- Es el gran reto que tenemos en los próximos diez años. Tenemos que pensar en medidas innovadoras. Estamos en un momento donde va a haber una revolución de todo lo que tiene que ver con los empleos y, a partir de ahí, la propia situación se va a ajustar.
- La oferta y la demanda no casan. La mayoría de la gente en paro tiene estudios básicos y no los perfiles que se necesitan.
- La mayoría de personas en paro en este momento son mayores de 45 años con competencias para trabajar, pero no ajustadas a lo que el mercado laboral exige. Nos toca hacer procesos de recualificación, un trabajo mucho más fino y casi de persona a persona.
- Otro de los retos es mejorar la calidad del empleo. ¿Cómo?
- Una de las grandes cuestiones, y eso incluso la patronal ya va entendiéndolo, es la calidad. Tenemos un estudio que dice que la gente piensa en el salario, que les permite vivir, pero también en horarios, flexibilidad, teletrabajo... Si queremos atraer y retener talento, el empleo debe ser de calidad.
- Uno de los nichos de crecimiento es el turismo, pero no es un sector asociado a ese empleo de calidad.
- Nosotros hablamos de turismo regenerativo, sostenible, que genera una estructura económica de más calado. Euskadi no va a tener nunca, y eso espero, ese turismo de masas, que genera un empleo de baja calidad y con mucha temporalidad. Lo que nosotros hablamos es de un turismo que permita hacer una sostenibilidad.
- ¿De qué manera?
- Primero, desestacionalizando, no solamente vinculado al tiempo, sino a todo lo que Euskadi y Bizkaia ofrecen desde el punto de vista cultural, gastronómico... Y eso tiene mucho que ver con que seamos capaces de hacerlo crecer, que no estén uno o dos días, sino que hagan una ruta de tres o cuatro. Y creo que hay más turismo porque hemos cambiado de valores, y el turismo, el tiempo de ocio, se ha convertido en un elemento importantísimo.
- Sí, pero necesitan ingresos, y aunque aquí los datos de afiliación son buenos, mucha gente tiene un segundo empleo.
- El empleo es uno de los elementos más importantes de cohesión social, pero es verdad que en colectivos vulnerables y con baja cualificación creamos unas bolsas de personas trabajadoras pobres. Tenemos que afrontar con mucho interés todo ese colectivo de personas. Yo por eso abogo mucho por uno de los grandes pilares para el desarrollo de Bizkaia, que es el empleo industrial.
- Las instituciones defienden que el trabajo es clave para la integración de los migrantes, pero el 26% están en paro y cobran un 34,3% menos.
- La población migrante, y eso forma parte también de la historia, siempre ha venido a cubrir aquellos puestos de trabajo que quedan vacantes entre la población autóctona, que son los que tienen peores condiciones. Hay que hacer una mirada ética y de responsabilidad desde el mundo empresarial para que, de alguna manera, entienda que no por ser migrante tiene que cobrar menos o estar en peores condiciones.
- ¿Y desde el institucional?
- Tenemos programas específicos para los chicos y chicas que salen del sistema de protección, y nos están dando unos resultados extraordinarios.
- Un total de 2.500 chavales sin red familiar han pasado por esos programas desde 2018.
- Exacto. Estamos preguntando dónde se necesitan personas y las cualificamos para que se incorporen a esos lugares. Los tenemos trabajando en industria, en hostelería, construcción, carpintería, fontanería, electricidad... Más del 90% de la chavalería a la que preparamos está trabajando.
- ¿Y todos los que salen de un centro de menores no acompañados pueden acceder a esa vía?
- De Bizkaia. Lo puntualizo porque a veces aparecen chicos por aquí que dicen que han estado en centros de menores de otros territorios. Nosotros hacemos el tránsito desde la minoría de edad, desde el sistema de protección, al sistema de mayores con la estrategia joven.
- ¿No se van a la calle cuando cumplen los 18?
- Eso ya no hay. Otra cosa es que cumplen 18 y, como son mayores de edad, pueden tomar la decisión de qué quieren hacer en su vida. Tienen la oportunidad de venir con nosotros, pero tenemos entre un 20 y un 30%, depende del año, que no vienen a estos procesos.
- La semana pasada se conoció el reparto de los menores de Canarias y a Euskadi no viene ninguno.
- Nos equivocamos cuando decimos que no acogemos menores de Canarias. La presión es importante, pero tenemos capacidad para poderlo hacer. Es una cuestión de humanidad, pero también de entender que la sociedad vizcaína va a necesitar mano de obra. Lo que hay que hacer es invertir en ellos, que luego lo devuelven con creces. Y es verdad que hay comunidades que no hacen sus deberes, sobre todo del PP, pero podríamos hacer un esfuerzo de solidaridad con esa cantidad de chavalería que está en Canarias.
- Y Bizkaia, el territorio con más menores de los tres, ¿podría?
- Bizkaia podría hacer ese esfuerzo y Gipuzkoa y Álava, también. Y cuando pedimos una distribución de los menores, yo también miro a las otras dos diputaciones y les digo que hagamos una arquitectura institucional mucho más cimbrada, solidaria, de manera que podamos trasladar a chicos y chicas de un sitio a otro si yo tengo en este momento un exceso. Esa sería una muy buena medida y relativamente fácil.
- En material de violencia machista, el año pasado atendieron a 3.360 víctimas.
- La gente no se puede hacer una idea de la cantidad de mujeres que no denuncian. A medida que lo facilitamos, aparecen más. Pero es que si aparecen es porque hay, y nosotros atendemos la punta del iceberg. Además me preocupa muchísimo lo que ocurre entre los jóvenes.
- Muchos piensan que es una invención.
- A través de redes sociales les están llegando unos mensajes terribles contra las mujeres, contra el feminismo, y que además niegan la existencia de la violencia machista.
- Llevamos décadas de concienciación. ¿Qué se ha hecho mal?
- Tenemos que trabajar con los hombres, que están desorientados, desde la etapa escolar. Las primeras feministas, en los años 60-70, tuvieron un mundo terriblemente hostil. Las que hemos venido detrás fuimos construyendo un mundo mucho más fácil, llegamos a las universidades, a la responsabilidad política... Pero cuando hemos interpelado a los hombres de igual a igual, se han despertado todos los problemas. Cuando les hemos dicho no me pongas en un cargo, quiero el poder, es entonces cuando se despierta el machismo y todo el patriarcado. Y la chavalería joven está siendo socializada sobre eso.
- Acaba de cumplir diez años en la Diputación. ¿Cómo ha cambiado Bizkaia?
- Muchísimo. Entonces estábamos ya empezando a ver las luces al final del túnel de una crisis económica brutal, donde la máxima preocupación era la empleabilidad. Hemos pasado por la pandemia, la crisis de la energía y hemos ido incrementando poco a poco las tasas de empleabilidad, el bienestar de la población, y ha aumentado la llegada de personas migrantes. Estamos viviendo momentos históricos de revolución, de cambio, que empezamos a poner el medio ambiente en primer lugar, hablamos de inteligencia artificial...
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