La entrada y salida será por las calles laterales, no por Colón de Larreátegui

En concreto, se entrará frente al restaurante alemán, y se saldrá junto al edificio de Mapfre. De ese modo, además, se «solventarán los problemas de tráfico que las rampas actuales ocasionan», se apunta en el estudio de viabilidad. Esa nueva configuración quizás permita eliminar las «rejillas de aportación» (que ventilan el subterráneo) en la calzada.

Recordemos que la historia de este parking viene de lejos. Fue en 1967 cuando el Ayuntamiento autorizó la construcción de los dos primeros aparcamientos públicos subterráneos en Bilbao; uno fue el del Ensanche, y el otro el ubicado bajo el patio del Instituto Miguel de Unamuno. El que nos ocupa pasó por distintas manos y tuvo una reforma integral en 2011, con renovación total de las instalaciones, ejecución de dos nuevos accesos peatonales y renovación de la impermeabilización de la cubierta. Aquello tuvo un presupuesto de más de tres millones de euros.

En estos momentos la concesión de la infraestructura está en manos de Viuda de Sainz S.A. que, tras varias prórrogas, vencerá en febrero del próximo año. Es decir, cuatro meses antes del momento estimado en el que arrancarán las obras con la nueva contrata. En el Ayuntamiento creen que, a la vista de los datos de ocupación de los últimos tres años «así como las estancias medias y tarifas vigentes aplicables» la gestión del parking es un buen negocio. «Desde un punto de vista económico su rentabilidad es indiscutible», asegura el estudio de viabilidad. En cualquier caso, las tarifas serán fijadas por el Consistorio. En estos momentos durante los primeros quince minutos se cobra 0,13392 euros el minuto, que se queda en 0,02471 el minuto en estancias inferiores a doce horas, y 19,45 euros cuando se excede ese tiempo.

Según los cálculos del estudio, cada parcela generará rendimiento desde su misma entrada en funcionamiento por un importe de 5.743,4 euros al año. Para hacer las cuentas el Ayuntamiento ha tenido en consideración los datos de ocupación del año 2019 porque con el desastre del covid todo lo ocurrido en 2020 y 2021 es extraordinario y estadísticamente irrelevante.