Urgente Un fuerte terremoto sacude el norte de Japón y provoca una alerta de tsunami
Uno de los ertzainas que participó en el operativo desciende en plena ventisca. uvr

«No enjuiciamos, aunque haya cometido una imprudencia hay que devolverle a casa»

Rescatadores de la Ertzaintza alertan del riesgo que corrió el montañero extraviado en el Anboto, que pudo costarle la vida

Lunes, 11 de enero 2021, 01:23

El Anboto (1.331 metros), que ocupa en su mayoría territorio vizcaíno, arrastra una leyenda negra. Y el pasado sábado pudo haber añadido un nuevo ... nombre a esa lista, pero el trabajo de los rescatadores de la Ertzaintza y la propia pericia del montañero extraviado evitaron la tragedia. El operativo de rescate se prolongó durante más de seis horas por las adversas condiciones meteorológicas, en plena ventisca y sin visibilidad, y en él participaron once agentes, algunos de ellos voluntarios.

Publicidad

Varios de estos profesionales confirman que subir al monte sin el material necesario y en solitario «pudo haberle costado la vida» a este escalador, un joven de 30 años y con experiencia en la montaña. Llevaba un frontal para iluminarse si se le hacía de noche, como así ocurrió, pero sólo vestía ropa «ligera» apta para realizar una travesía «sin complicaciones». Sobre las tres de la tarde llamó a SOS Deiak pidiendo ayuda porque se había «extraviado». Había hecho cima en el Anboto y se había desviado hacia la cara norte, la zona más vertical «y con más riesgo de deslizamiento». «Puedes caer metros y metros», advierten agentes que intervinieron en el operativo. Le quedaba poca batería y no llevaba una externa, por lo que enseguida perdieron el contacto con él. Apenas pudo realizar una última llamada para enviar sus coordenadas, una información importantísima para localizarle.

Se encontraba en una zona con 45 grados de inclinación, precisamente la de mayor riesgo de aludes. Seis ertzainas de la Unidad de Vigilancia y Rescate (UVR), con base en Iurreta, partieron de inmediato en su búsqueda. Ascendieron desde Arrazola, la vía más habitual, y se situaron por encima de las coordenadas, a entre 60 y 100 metros de donde se encontraba el montañero. Llegaron a entablar «contacto por voz» con él, a gritos, pero el «altísimo riesgo de aludes» les hizo desistir de bajar para encontrarle. Optaron por regresar al punto de inicio y esperar a otros compañeros voluntarios que se aproximaban de refresco para intentar otras alternativas.

Vivac

Había varias opciones: «o progresar desde abajo con técnicas de alpinismo» o rapelar desde la cima de forma más segura, pero para ello «debían subir material pesado, como taladros y cuerdas». Otra posibilidad pasaba por improvisar un vivac con sacos de calor y una vela de etanol y hacer noche a la espera de que por la mañana pudiera ser izado por el helicóptero.

Publicidad

Pero el paso de las horas y las bajas temperaturas, que rondaban los cero grados, podían estar provocándole una hipotermia grave, que puede terminar en una parada cardiorrespiratoria. Así que los cinco agentes de relevo, junto a dos del turno anterior, se encaminaron de nuevo hacia la cima con todo el material. Sin embargo, apenas habían recorrido un kilómetro cuando se encontraron con el montañero. Descendía acompañado de dos bomberos, que habían acudido a la zona a abrir paso para los servicios de emergencia. «Había trepado hasta la cima y desde allí había seguido nuestras pisadas. No tenía contacto por móvil, así que pensó: 'o me la juego o no lo cuento'. Y le salió bien». La Cruz Roja le ofreció comida, bebida y abrigo y valoró su estado. «Tenía una temperatura normal y se encontraba en perfectas condiciones». «Nosotros no enjuiciamos, aunque haya metido la pata por una imprudencia, trabajamos con el mismo entusiasmo, hay que devolverle a casa. Pero a todas luces no era una actividad bien planificada», advierten. Al haber solo aviso amarillo por nevadas, el rescate no es susceptible de cobro.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad