Empieza la excavación del túnel de la Línea 5 del metro tras dos años de obras y preparativos
El Gobierno vasco confía ahora en que el proyecto cogerá velocidad de crucero tras un arranque complicado y repleto de incidencias
La construcción de la futura Línea 5 del metro, la expansión que llevará el suburbano al corazón de Galdakao y al hospital de Usansolo, está siendo por ahora un quebradero de cabeza para sus responsables. Desde 2022, el plan ha sufrido cambios sustanciales en su diseño, problemas administrativos diversos, sobrecostes por valor de 25 millones de euros, contratiempos técnicos y manifestaciones vecinales que han entorpecido el paso de maquinaria pesada, entre otras contingencias.
Ahora, parece que, al fin, el proyecto encara una nueva fase, con el inicio de lo que es la excavación del túnel propiamente dicha. Hay que horadar 6 kilómetros de tierra y roca, entre Etxebarri y el hospital de Usansolo, a una media de 15 metros de profundidad. Todo está ya listo para avanzar en esta nueva etapa, que resultará crucial para el desarrollo de la obra, cuyos plazos de entrega van a ser muy difíciles de cumplir. La última fecha oficial establecía que el nuevo ramal del suburbano se inauguraría en 2028, pero los cambios introducidos y una serie de contratiempos hacen inviable esta meta temporal. Se da por hecho que habrá que irse a, al menos, 2029 para ver llegar el tren al corazón de Galdakao.
Euskal Trenbide Sarea (ETS), la sociedad pública dependiente del Gobierno vasco que gestiona la ampliación del metro, espera que, a partir de este momento, todo vaya ya más rodado y encarrilado, tras un inicio realmente accidentado. Estos casi dos años y medio desde que se adjudicaron los trabajos (junio de 2023) han sido complicados, pero «no muy diferentes a lo que habitualmente sucede en este tipo de tajos, que tienen una dimensión y una complejidad enorme», matizan fuentes de ETS. En la memoria colectiva permanecen los avatares que se han dado en otros proyectos de esta misma envergadura en Bizkaia. La Línea 3, por ejemplo, llegó a estar en peligro por un desencuentro político entre la Diputación y el Ejecutivo autonómico con respecto a la financiación. Además, la aparición de una falla de terreno blando en Txurdinaga volvió locos a los ingenieros y obligó a ejecutar una costosa labor de micropilotes para sostener la bóveda de las galerías.
Por el momento, la Línea 5 ha requerido de 28 meses de obras y preparativos para que las tuneladoras puedan entrar al fin en harina y atacar las entrañas de esta parte del territorio. Hace solo unas pocas semanas que las perforadoras han comenzado a picar en uno de los tres tramos que darán forma al trazado de 6,3 kilómetros. Se trata del que más avanzado se halla, el que enlazará Usansolo con Galdakao.
En este punto se han terminado ya las rampas de ataque. Es decir, se han preparado las cuestas por las que subirán y bajarán los camiones que extraerán el material que se vaya retirando del subsuelo. Hay que tener en cuenta que el metro alcanza profundidades de ente 15 y 20 metros (para salvar el Ibaizabal tendrá que bajar a 18 metros bajo tierra)y que estas cuestas tienen que solventar este desnivel pero sin comprometer la seguridad de los vehículos que circularán por ellas.
Encaje de bolillos en Sarratu
En el tramo 2, el que unirá Aperribai y Galdakao, se está trabajando en el emboquille del túnel y ETS espera que las tareas de perforación arranquen también en breve. Más tiempo habrá que esperar para ver a las tuneladoras en el segmento Aperribai-Sarratu. En este último punto de Basauri se ha hecho una labor de «encaje de bolillos» para construir el cajón sobre el que tomará forma la futura estación. Esta terminal al aire libre actuará como intermodal. De hecho se puede decir que será el punto más importante de la futura Línea 5, ya que aquí se podrá enlazar con Metro Bilbao.
Para abrir ese enorme agujero, las máquinas han tenido que mover multitud de servicios. Por el subsuelo discurrían redes de fibra óptica, tuberías de suministro y saneamiento y hasta una canalización de gas. De hecho, han aparecido construcciones y varios elementos que no estaban incluidos en el proyecto redactado por los ingenieros.
1.600 vecinos de Usansolo reclaman una estación en el centro
Más de 1.700 vecinos de Usansolo (la localidad tiene 4.500)participaron el pasado domingo en una consulta promovida por una plataforma popular sobre el futuro de la movilidad por ferrocarril en este pueblo. Hay que recordar que cuando entre en servicio la Línea 5, la estación que Euskotren tiene cerca del centro se cerrará y los residentes tendrán que desplazarse al hospital para subirse al metro. El colectivo 'Geltokia Erdigunean' convocó a la ciudadanía a una votación no vinculante, ya que la competencia de decidir cambios le corresponde al Gobierno vasco. Se ofrecieron tres opciones: estación en el centro, lanzadera de autobús al hospital o un cañón con tapices rodantes hasta el centro médico. El 95% (1.600 personas) optó por la terminal en medio del casco urbano.