La crisis deja en Euskadi 90.000 despidos
La mayor cifra de rescisiones anotadas en los registros públicos corresponde a 2013, con 13.000
José Luis Galende
Lunes, 11 de abril 2016, 02:57
Una de las facetas más duras de la crisis económica la constituyen los despidos de trabajadores, y los últimos nueve años han sido dramáticos en ... Euskadi, con cerca de 90.000 casos acumulados en los tres registros que los anotan. Las consecuencias económicas de esta sangría han contribuido a la persistencia de la crisis, por la inseguridad que ha generado en el mercado laboral, que desde muy pronto comenzó a incidir en el consumo y en la inversión. Y desde la perspectiva humana, no hay que olvidar que en la mayoría de los casos, un despido supone un gran drama familiar.
Los expedientes de regulación de empleo (ERE), el Servicio de Mediación Arbitraje y Conciliación (SMAC) y los Tribunales de lo Social son los tres ámbitos que registran los despidos en España, en el primer caso colectivos, y en el segundo y el tercero, individuales. Además, al margen de los que figuran en esos listados, se producen otros despidos individuales que no dejan rastro estadístico ya que los trabajadores los aceptan sin recurrir a los tribunales. Así mismo, hay que añadir varios miles en estos años que han llegado al SMAC, pero en los que finalmente se ha producido un desistimiento.
Contratos temporales
Partiendo de esa base, el peor año en la comunidad autónoma vasca fue 2013, con 13.030 rescisiones de contratos, de las que casi la mitad fueron resueltas en último término por los tribunales. No es extraño que fuera ya en la segunda etapa de la crisis económica, después del amago de recuperación de los años 2010 y 2011, cuando se alcanzara la mayor cota en este capítulo, ya que durante la primera parte la destrucción de empleo se cebó en los contratos temporales. Para adecuar sus plantillas a la crítica situación económica, a las empresas les bastaba con esperar al fin de los mismos y no renovarlos.
Las indemnizaciones evolucionan a la baja
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Durante la crisis se han producido dos reformas laborales que han incidido en las cantidades que perciben los trabajadores por el fin de una relación laboral indefinida. Los registros administrativos de los Expedientes de Regulación de Empleo no recogen las cantidades pagadas por las empresas a los trabajadores afectados, pero sí lo hacen los casos individuales tramitados por el SMAC y los tribunales de lo Social.
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En el caso vasco, las indemnizaciones por despido se mantuvieron durante la mayor parte de la crisis por encima de los 42.000 euros en el caso del servicio de conciliación, según las estadísticas del Ministerio de Empleo; pero en 2014 y el año pasado cayeron de forma brusca por debajo de los 30.000 euros por trabajador. En números redondos se situaron en 29.000 euros en 2014 y en 28.000 en 2015.
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Si se tiene en cuenta que los casos tramitados por este servicio se dispararon a partir de 2011, hasta alcanzar el año pasado los 4.359 despidos, el resultado es que las empresas vascas aportaron a este capítulo más de 120 millones de euros el último ejercicio, y hasta 185 millones en 2013, año en que se batieron todos los récords de cantidades por esta causa.
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En los procedimientos tramitados en los juzgados de lo Social, la evolución ha sido inversa, ya que pasaron de compensaciones inferiores a 2.000 euros en los tres primeros años de la crisis a superar los 10.000 a partir de esa fecha y estabilizarse por encima de los 13.000 durante los últimos cuatro ejercicios.
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En la evolución de estas cantidades han influido diferentes factores, y en general han sido claramente a la baja en los dos a últimos años en ambos apartados. Uno de ellos se encuentra en las dos reformas laborales que durante la crisis han modificado tanto los costes -a la baja- como las facilidades -al alza- del despido. Que una rescisión sea considerada procedente -por causas económicas, técnicas o tecnológicas...- o improcedente altera, en especial en los casos de trabajadores con más antigüedad, muy sustancialmente las compensaciones.
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Por otro lado, durante la primera parte de la crisis los trabajadores, en general, tenían más antigüedad y habían generado más derechos, extremo que se reflejaba en las cantidades acordadas en el SMAC, según señalan fuentes sindicales.
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Coste laboral
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La encuesta anual de coste laboral estudia desde otra perspectiva la evolución de este apartado. En los componentes del coste, recoge el apartado indemnizaciones por despido, que en los últimos años ha ido a la baja. Así, en el País Vasco, al igual que en España, se producen sucesivos descensos, que pasan del 1,19% del coste laboral total en 2011 (media de 416 euros por trabajador y año) al 0,85% en 2014, último año conocido (290 euros). En el conjunto del país, donde los salarios son inferiores, el desembolso, sin embargo, es superior para la empresa, tanto en términos relativos como absolutos. Así, en 2011 el coste por despido representó una media de 568 euros por cada trabajador de la empresa (1,88% del total), mientras que en 2014 bajó a los 351 euros (1,19%).
Hay otro hecho que puede sorprender, como que el año pasado, pese al buen ritmo de recuperación de la economía (crecimiento del 2,8%) se anotara la cuarta mayor cifra de rescisiones de contratos de la crisis. La explicación a este contradictorio dato puede estar en las políticas fiscales, que desde hace unos años han comenzado a exigir pruebas de que los despidos no han sido pactados entre empresa y trabajadores, y aceptan como justificación de ello la resolución del caso por el SMAC.
No hay que olvidar que es práctica habitual en los casos sin la dimensión de despidos colectivos que las empresas alcancen un acuerdo individual con sus trabajadores. Puede tratarse de una prejubilación encubierta o, en otros casos, de un acuerdo que beneficie a ambas partes. Y es que si no se trata de un despido forzoso, la indemnización percibida por el trabajador no estará exenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Y, abundando en este tipo de problemas, un abandono voluntario del empleo impide, además, percibir la prestación o el subsidio de paro al trabajador.
El SMAC, en máximos
Esta puede ser la causa principal de la contradictoria evolución de los despidos, que han bajado en el caso de los EREs a menos de una cuarta parte desde 2012 en Euskadi (de 4.701 a 1.082), cuando en el SMAC y en los tribunales alcanzaron cotas máximas a partir de 2013 y se mantienen en elas. Incluso, en el caso del SMAC, los 4.359 casos acordados sobre despidos del año pasado son una cifra histórica.
Y todo esto ha sucedido pese a que la reforma laboral de 2012 ampliaba las causas y agilizaba los procedimientos de rescisión de contratos, lo que debiera haber repercutido en un menor número de casos llevados a los tribunales y el SMAC.
También es reseñable lo sucedido en los despidos por medio de expedientes de regulación de empleo. La cifra de 1.082 rescisiones producidas el año pasado por esta vía en la comunidad autónoma vasca es la más baja de toda la crisis (en 2007 hubo 1.660), pese a la reforma normativa en este procedimiento que ha derogado la autorización administrativa previa para llevar a cabo despidos colectivos. Ahora basta con cumplir las exigencias burocráticas para que sean admitidos, al margen de que cuenten o no con el acuerdo de los trabajadores.
Ha contribuido a esta caída, sin duda, la mejora de la economía de los últimos años, que ha llevado a una cifra descendente desde 2014. Y también lo ha hecho, aseguran los expertos, el haber promovido cambios que hacen más fácil para las empresas la suspensión de contrato o la reducción de jornada como vías alternativas a la rescisión.
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