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Las jubilaciones de mujeres crecen más que las masculinas, pero aún están lejos

Los retiros de trabajadores varones registraron el pasado año su nivel más bajo desde 2008

José Luis Galende

Domingo, 26 de febrero 2017, 01:40

Aunque la marginación de la mujer sigue vigente en amplias áreas del mercado laboral, la cifra de trabajadoras que se jubilan cada año se acerca poco a poco a la de los varones tras crecer el 22% en los dos últimos ejercicios, en los que se ha pasado de 6.730 casos a 8.203. Desde 2006 su incremento ha sido del 39%, mientras que en el caso de los hombres la cifra apenas ha registrado variación. Los 12.509 retiros 'masculinos' de 2016 suponen el registro más bajo desde 2008, cuando sumaron 12.707.

De esta forma, el sexo femenino ha ido ocupando por derecho propio una posición cada vez más cercana a la de los varones en el colectivo de trabajadores jubilados al pasar en la última década de ser poco más de la mitad de los hombres en esa situación a los dos tercios. No obstante, la diferencia en la cuantía de las prestaciones, aunque tiene tendencia a reducirse, revela con nitidez la marginación femenina del pasado en el mercado laboral, que aún pervive en numerosos campos, y que es más acusada en Euskadi que en el conjunto de España.

La excepción son las pensiones de viudedad, donde la mayor esperanza de vida de las mujeres ha propiciado que representen casi la totalidad del colectivo, ya que suman casi 127.000 prestaciones, frente a las 8.500 de los hombres.

¿Por qué se han frenado las jubilaciones masculinas en pleno inicio del proceso de acceso a la edad de retiro de la generación del 'baby boom'? En buena medida este fenómeno es consecuencia del retiro anticipado en años pasados de miles de varones por la vía del contrato de relevo. Como es sabido, en los últimos años su aplicación ha caído con fuerza y ha pasado de los 4.400 casos en Euskadi en 2006 a 1.400 en 2016, tras haber repuntado en los dos últimos ejercicios.

Ahora bien, la caída de la cifra de varones que entran en la jubilación por esa vía se ha reducido más drásticamente aún, ya que el año pasado solo sumaron 766 casos, frente a los 3.334 de hace una década; por el contrario, las mujeres han experimentado un descenso mucho menor al bajar de 1.069 a los 643.

Como consecuencia de ello, entre las damas la evolución de las jubilaciones ha estado más próxima a la realidad demográfica, factor al que hay que añadir su creciente incorporación al mercado laboral en la década de los 70 del pasado siglo, época de acceso para la mayor parte de las que se jubilan en la actualidad. En cambio, la cifra de varones jubilados se había visto inflada los últimos años más allá de las expectativas demográficas por el adelanto de miles de ellos por medio de un contrato de relevo, que se sumaban a los que cumplían la edad reglamentaria de retiro.

Pensiones más bajas

Pero el problema no acaba ahí. Aunque, como ha podido observarse, la discriminación de la mujer en el mercado laboral ha caído drásticamente en capítulos como la utilización del contrato de relevo para acceder a la jubilación parcial anticipada, está aún lejos de alcanzar los estándares masculinos en un capítulo tan importante y decisivo para la calidad de vida como es la cuantía de la pensión. No es que la Seguridad Social maltrate o discrimine a la mujer en la concesión de la prestación, sino que la menor retribución es consecuencia de la discriminación que durante la vida activa se ha producido en el mercado laboral nacional y vasco, que ha supuesto para ellas menores ingresos y cotizaciones al sistema de pensiones.

De esta forma, la prestación de jubilación media de las mujeres es en el País Vasco de 857 euros (media de 2016), poco más de la mitad de los 1.534 que tienen los varones. En el caso del conjunto de España, la diferencia no es tan abultada, ya que esas cifras son, respectivamente, de 757 y 1.211 euros.

Estas diferencias tenderán a reducirse rápidamente en el futuro, pero no se acercarán a la equiparación ni siquiera en décadas, ya que las nuevas prestaciones de jubilación que se concedieron el año pasado siguen siendo superiores en el caso de los varones y definen ya la situación del futuro. En el caso vasco estas fueron de 1.807 euros al mes en el caso de los hombres, frente a 1.369, cifras que en el conjunto de España se situaron en 1.458 euros al mes por 1.130 de las mujeres. Una diferencia inferior, como puede observarse.

La cuantía de las pensiones de jubilación masculinas no solo casi duplica a las femeninas como se ha visto, sino que como consecuencia del retraso que arrastra el sexo femenino en la incorporación al mercado laboral, la cifra total duplica también el número de perceptores: 218.000 frente a 123.000. En el caso de España, la diferencia no es tan acusada, aunque se sitúa en solo tres puntos porcentuales: las damas jubiladas totalizan el 59% de la cifra de varones, frente al 56% en el territorio vasco. Conclusión: aunque la retribución femenina es más elevada en el País Vasco que en el resto de España, existe una mayor discriminación respecto a los varones.

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