El futuro Gobierno se enfrenta al retode tener que jubilar a 9.000 funcionarios
Osakidetza, Educación, Ertzaintza y Administración General son los departamentos que más personal deberán incorporar
José Luis Galende
Domingo, 11 de septiembre 2016, 01:24
Tras las últimas restricciones a las convocatorias de empleo público que han tenido su origen en la crisis económica, se abre en Euskadi en ... la próxima legislatura un tiempo de oportunidades para los aspirantes a trabajar en la Administración vasca. Decenas de miles de personas esperan impacientes las previsibles convocatorias de oposiciones -ahora más conocidas como Oferta Pública de Empleo (OPE)- para competir por los miles de puestos que van a quedar vacantes antes de 2020.
Según los datos que manejan los principales departamentos, solo en los organismos que dependen del Gobierno vasco se van a jubilar en torno a 9.000 funcionarios e interinos en los próximos cuatro años, lo que debería dar lugar a convocatorias por otros tantos empleos, e incluso más como reclaman los sindicatos, dado el retraso acumulado en los últimos años en la cobertura de vacantes. En concreto, desde ELA se asegura que hay ahora mismo más de 8.000 puestos desaparecidos en los últimos años que deberían ser cubiertos.
Los principales organismos que aportarán estos empleos son Osakidetza, Educación, Ertzaintza y el propio Gobierno vasco. En total dependen del Ejecutivo autónomo más de 66.000 empleados (sin incluir algunos puestos temporales) según datos de enero recogidos en el Registro Central de Personal, de los que más 6.300 trabajan para la Administración General Vasca; 25.000 en la docencia no universitaria; casi 25.000 en Sanidad; más de 7.600 en la Ertzainzta, y cerca de 2.600 en la Administración de Justicia. Unos datos que no coinciden exactamente con los del día a día que maneja el Gobierno vasco, pero que se acercan mucho.
Pero no se acabarán aquí las oportunidades, ya que también se producirán vacantes en las Diputaciones, ayuntamientos, la Administración central en Euskadi y la Universidad, aunque las cifras sean poco conocidas. En fin, que las academias y centros de enseñanza que se dedican a preparar los temas que entran en las convocatorias tienen asegurado unos años de intensa actividad. No obstante, lo que va a pasar en la próxima legislatura no es más que un ensayo de lo que sucederá en la siguiente, en la que la avanzada edad de los cuerpos de funcionarios llevará a jubilaciones más nutridas aún.
A nadie debe extrañar que la aspiración máxima de jóvenes y mayores, ocupados y desempleados, hombres y mujeres, titulados y personal con estudios medios sea la de ocupar un empleo público. No es para menos. En estos tiempos de crisis, cuando se han producido ajustes de salarios y de otras condiciones de trabajo, las retribuciones en el sector público vasco están por encima de la media en la mayor parte de los puestos, pese a los ajustes de los últimos años; el periodo de vacaciones es mayor; la jornada anual de trabajo es mucho más reducida, y las ventajas sociales y laborales son mejores que en el sector privado. Y es que las administraciones vascas se han convertido para buena parte de la población activa en un El Dorado laboral.
Ertzaintza
Se jubilarán 1.200 agentes antes de 2020 (16%)
La Ertzaintza es el colectivo que afronta el problema más grave de renovación generacional. Según los datos manejados por el Departamento de Seguridad, en los próximos cuatro ejercicios se jubilarán más de 1.200 agentes, cifra a la que habría que sumar al menos otro centenar de procesos de invalidez y bajas naturales. Esto supone que el cuerpo policial vasco deberá hacer frente a la renovación de aproximadamente el 16% de sus efectivos hasta 2020, que en la actualidad suman en torno a 7.700 personas.
Pero la mayor necesidad de relevo llegará a la Ertzaintza en los años siguientes, lo que conllevará que desde ahora hasta 2026 se jubilen 4.000 agentes. La edad media de la plantilla es actualmente de 47 años, que se considera muy elevada para un cuerpo policial, cuyo umbral de retiro se abre a los 55 años, por los problemas de organización que puede presentar.
Esta concentración de agentes en la franja más alta de edad está relacionada con el origen del cuerpo, que comenzó a formarse de manera apresurada en 1982, cuando las dos primeras promociones incorporaron a 600 ertzainas cada una, frente a los 250 que las componen en la actualidad.
El relevo generacional en la policía autonómica es uno de los principales objetivos de sus responsables, según han confesado desde la consejería de Seguridad del Gobierno vasco. En la legislatura recién finalizada se han convocado tres OPEs, una cifra que los sindicatos ven insuficiente de cara al objetivo de alcanzar los 8.000 miembros con que debería estar dotada la plantilla, según su opinión. También está la incógnita de lo que va pasar con los 254 miembros de la última promoción, que se encuentran haciendo las prácticas y cuyo futuro depende de lo que diga el Tribunal Supremo, después de que la convocatoria haya sido anulada por los tribunales. En otras palabras, tal como están las cosas y dada la dotación humana de cada promoción, serían necesarias varias convocatorias solo para mantener al final de la legislatura la plantilla en su dimensión actual.
Administración General
Se jubilarán 510 funcionarios (10%)
El Gobierno autonómico publicó en diciembre pasado una información detallada de la situación de los miles de trabajadores de la Administración General Vasca. Según sus datos, un total de 510 funcionarios se jubilarán hasta 2020, de los 5.564 que tiene incluidos en su relación de puestos de trabajo. Es una cifra cercana al 10% que adelanta lo que sucederá en los años siguientes, ya que en la década de 2021 a 2030 serán otros 3.200 los que accederán al retiro, cifras en ambos casos a las que hay que sumar las bajas naturales y los procesos invalidez. La edad media de la plantilla ronda los 51 años y el 68% se jubilará antes de 2030. Son datos que obligan a actuar con urgencia en un colectivo donde la cifra de 27 trabajadores menores de 30 años es testimonial.
Nada se sabe aún de futuras OPEs, salvo la voluntad del Departamento de Administración Pública de cubrir las vacantes que se vayan produciendo, sin olvidar que la ausencia de convocatorias impuesta en los últimos años por el Ejecutivo central ha acumulado cientos de vacantes por cubrir. El problema del relevo generacional ha sido abordado por Lakua en este ámbito con rigor y minuciosidad; se ha establecido un plan de empleo específico, porque hacerlo de forma ordenada permitirá evitar la pérdida de conocimiento en la Administración vasca, argumentan.
Para ello ha empezado por convocar un concurso de traslados para cubrir plazas vacantes; abordará procesos especiales de consolidación de empleo de interinos que trabajan desde hace años en la Administración general y convocará las necesarias OPEs.
Osakidetza
Más de 4.000 jubilaciones (14,5%)
A falta de datos oficiales, las jubilaciones en el sistema sanitario vasco rebasarán los 4.000 casos en los próximos cuatro años, según datos facilitados por ELA. A ellas, Igor Eizagirre, responsable del sector público de la central nacionalista, añade más 3.500 vacantes de los últimos años cuya cobertura exige. Osakidetza tiene una plantilla oficial de 27.400 empleados, tras ser ampliada este año en 700, y ha convocado en este ejercicio una OPE para 1.200 plazas.
Desde UGT, Ana Vázquez facilita cifras similares, al estimar en un mínimo de 3.000 los puestos que deberían ser cubiertos en la próxima legislatura para cubrir las jubilaciones, cifra que se aproximaría a las 8.000 si se tienen en cuenta los casos vacantes de los últimos años, apunta.
Además, señala Vázquez, hay que tener en cuenta que el personal que ocupa «los puestos de trabajo más duros» en Osakidetza se jubila de forma anticipada en cuanto tiene ocasión, lo que podría elevar aún más las cifras citadas. Y recuerda que uno de los problemas de la envejecida plantilla del Servicio Vasco de Salud -la edad media rebasa los 50 años, indica- es el trabajo a turnos de una parte de la misma, porque a partir de cierta edad losempleados pueden ejercer su derecho a no hacer las noches.
Osakidetza es uno de los organismos del Gobierno vasco condenado a tener una plantilla envejecida de personal fijo. La causa no es otra que la suma de puntos por parte de los trabajadores a medida que acumulan años cubriendo vacantes, lo que les facilita lograr plaza en las oposiciones. Ello supone con mucha frecuencia que, cuando por fin acceden a un puesto fijo, rebasan los 40 y los 50 años.
Educación
Se jubilarán 3.000 docentes no universitarios (12%)
Las estimaciones del Departamento de Educación apuntan a que se jubilarán algo más de 3.000 docentes no universitarios en los póximos cuatro años, una cifra que en cierta medida está condicionada por la propia voluntad del segmento de profesores integrados en la Muface, que pueden optar al retiro a partir de los 60 años, recuerda Pablo García de Vicuña, responsable sectorial de CC OO de Euskadi. Sin embargo, desde el mismo sindicato y desde ELA se estima entre 4.000 y 5.000 las plazas que están aún por cubrir, como consecuencia de la ausencia de OPEs entre los años 2003 y 2009, y las restricciones impuestas por la normativa nacional en los últimos ejercicios.
Este es otro departamento condenado a tener una plantilla con una edad media elevada del personal fijo, porque en las oposiciones se valora la experiencia cumulada hasta con un 35% de los puntos necesarios para conseguir plaza. Antes de las tres últimas OPEs, esa circunstancia contribuía hasta con el 50% de los puntos, para poder dar salida al elevado número de interinos. Vicuña señala que esa bajada de 15 puntos ya se ha dejado sentir y que accede personal más joven a los nuevos puestos convocados.
Otros organismos
Menos importantes son otras áreas con menor dotación de plantilla, entre las que destaca el personal de Justicia, que también requerirá de nuevos trabajadores. Pero las reclamaciones sindicales van más allá, y ELA le pone cifras. Su responsable sectorial, Igor Eizagirre, exige la recuperación de los 21.000 empleos de todo el sector público perdidos en los últimos cuatro años, además de la reposición de los que se vayan jubilando, demanda que, de tener éxito, ampliaría mucho el abanico de convocatorias públicas. Y si se procediera a dar marcha atrás en los servicios privatizados, que también reclama, las necesidades subirían a 55.000 empleos públicos nuevos.
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