Las horas extra repuntan en Euskadi con la mejora económica y superan ya las de 2008

Las horas extraordinarias son una herramienta de flexibilidad empresarial que tienen numerosos límites legales (cuantía anual, tareas en que están permitidas, edad en que pueden realizarse...) y que en general crecen con el aumento de la actividad económica y bajan con la crisis. En Euskadi alcanzaron niveles mínimos en 2011 con 0,37 por trabajador y mes. Desde ese año, no han dejado de crecer en lo que se refiere al primer trimestre.

Esta modalidad de prolongación de la jornada laboral ha sido tradicionalmente combatida por los sindicatos en Euskadi, que ven en ella una fórmula contraria al reparto del empleo que preconizan en estos tiempos de elevado paro, por lo que la comunidad autónoma vasca suele ocupar puestos intermedios en la calificación nacional. En concreto, en los tres primeros meses de este año tenía por delante a Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid y Navarra.

No es casualidad que las horas extra sean más frecuentes en las comunidades con elevada actividad industrial, ya que es la industria el sector económico que con más frecuencia recurre a las mismas. Esto sucede tanto en el caso vasco como en el resto de comunidades. En el primer trimestre, cada trabajador industrial hizo una media al mes de 0,85 horas en la comunidad autónoma vasca, muy por encima de las 0,59 del global de los sectores. No obstante, en el conjunto de España la cifra escala hasta las 0.93 horas en esta actividad.

Por el contrario, en el sector servicios, que concentra la mayor parte del empleo, las 0,52 horas extra trabajadas por empleado en Euskadi superan ligeramente la media nacional de 0,49. En la construcción está por debajo (0,47 por asalariado vasco y mes frente a 0,54).

Las horas extra han crecido con fuerza en los últimos años en la jornada a tiempo parcial, como consecuencia de reformas legislativas que lo han hecho posible en esta modalidad de trabajo, que a su vez ha experimentado una fuerte expansión. Sin embargo, prácticamente no existen en la industria y la construcción, donde la jornada parcial apenas se utiliza en Euskadi. En los servicios, por el contrario, se han duplicado las horas realizadas por trabajador y mes en esta modalidad de empleo, al pasar de 0,18 horas a 0,37.

Oposición sindical

Los sindicatos vascos han llevado con frecuencia la prohibición o la limitación de las horas extraordinarias a los convenios colectivos, en su objetivo de reparto del empleo. No obstante, en el improbable caso de que las empresas decidieran renunciar a este instrumento y contratar trabajadores para cubrir esas actividades -algo que en muchas ocasiones no es posible por las características especiales de los empleos o por el apremio con que se recurre a esta fórmula- la medida no influiría de manera significativa en la tasa de paro. Así, los 1,5 millones de horas extraordinarias realizadas aproximadamente en el primer trimestre -la estadística no incluye el sector primario ni el trabajo del hogar- supondrían menos de 3.000 empleos a tiempo completo en ese periodo, frente a los cerca de 130.000 desocupados que según la EPA existían en el citado periodo en las actividades mencionadas.