Los libros deben estar cinco días en cuarentena en la biblioteca

El buzón de la biblioteca de Zaldibar recibe una media de tres libros al día. Libros que requieren de un aislamiento como medida preventiva contra el coronavirus. Ataviado con guantes, Javier Vidal, responsable de la biblioteca de Zaldibar, recoge los libros extremando las medidas de seguridad e higiene y los aparta durante al menos cinco días, tiempo en el que según un estudio sobre los periodos de supervivencia del Covid-19 permanece adherido a la superficie del papel.

Una vez pasado este tiempo, los ejemplares vuelven a la estantería. Este proceso se repetirá tras la apertura de las bibliotecas y la devolución de todos los libros tomados prestados antes de la cuarentena. «Los libros también tienen que pasar su propia cuarentena», ha explicado Vidal. La de Zaldibar, al igual que la de Iurreta, son unas de las contadas bibliotecas de Bizkaia que ofrecen este servicio, un hecho que les hace extremar las precauciones de recogida estos días.

Aunque las bibliotecas permanecen cerradas, algunas mantienen su actividad de puertas para adentro como es el caso de la de Zaldibar. Es tiempo de organizar las publicaciones, limpiar y reparar libros estropeados que se van acumulando en pilas para los pocos momentos que quedan libres en el día a día. El teléfono tampoco deja de comunicar con el trajín de suspensión de actos programados para el 23 de abril, Día del Libro. Una fecha que este año vendrá marcada por actuaciones en diferido. En el caso de Zaldibar, a las sesiones de cuentacuentos o la llegada a la localidad del Bilbao Mendi Film Festival que se mantiene en el aire hasta nuevo aviso, se suma el aplazamiento de su décimo aniversario que coincidía con el Día del Libro.

«Es una pena, después de tanto trabajo, pero me consuela el hecho de que la gente ahora está leyendo más que nunca». Vidal hace referencia a los últimos datos emitidos por la red de bibliotecas vascas. Durante la cuarentena, la demanda de contenidos digitales en las bibliotecas vascas se ha multiplicado por cuatro. Desde el 14 de marzo, momento en el que arrancó el confinamiento se contabilizan 6.409 usuarios en apenas tres semanas, llegando a los 46.530.

Según Estibaliz Albizu, responsable de Bizenta Mogel de Durango, el sexto municipio vasco con mayor número de préstamos en 2019 tras las tres capitales vascas –Bilbao a la cabeza-, Getxo y Barakaldo, los lectores «no tuvieron tiempo de ser previsores y hacerse con un acopio de libros antes de sumergirnos en el confinamiento». Y aunque los préstamos se han prorrogado automáticamente hasta el 4 de mayo, la biblioteca digital eLiburutegia del Gobierno vasco irrumpe en los hogares con fuerza.

«Es curioso pensar que las bibliotecas iban a cerrar y no sabrían qué hacer, y ahora estamos todas inmersas en la lectura y los servicios digitales», admite en su Facebook Francisma Pulgar, responsable de la red de bibliotecas vascas. Además, teniendo en cuenta que en esta situación se lee más, y, que la gente que lo hace en digital, lee aún más que la de papel, la pasada semana se ampliaron en todas las bibliotecas vascas el número de préstamos de eLiburutegia que ha pasado de 4 a 6.

Y por si alguno no sabe por cual decidirse, se suceden en las redes recomendaciones para estos días de confinamiento. Otras iniciativas son sumarse al reto '¿Qué lees? en el que los usuarios se retratan en las redes con el libro que están leyendo y sus calcetines, una iniciativa que partió de la biblioteca de Erandio.