Dos ucranianos sorprenden en el centro de Bilbao y enseñan a bailar a una niña

Artem Zubchuk es un bailarín ucraniano que abandonó su país a los 16 años para ganarse la vida. Desde hace cinco años reside en Bilbao, donde ameniza a los vecinos con bailes a cualquier hora y en cualquier sitio. El último, ayer, en el semáforo entre la entrada de Renfe y el Primark. Allí se puso junto a su compañera, también ucraniana, Eugenia Shekhovtsova para sorprender a los viandantes con un baile muy movido.

Horas después, este bailarín, que cuenta con más de un millón de seguidores en las redes sociales, se fue hacia el Casco Viejo a seguir practicando su pasión cuando se encontró a una niña que quería bailar. Él la agarró de la mano y le enseñó cuatro pasos básicos. Tal y como se puede observar en el vídeo que el bailarín subió a sus redes sociales, la pequeña quedó encantada. «Bailando bachata con una princesa en Bilbao», escribió Artem Zubchuk como presentación del vídeo.

Pero Zubchuk y Shekhovtsova no están solos. Su grupo de amigos lo componen unos cuantos ucranianos que residen en Bilbao. Y todos ellos bailan en diferentes rincones de la villa amenizando el día a los vecinos.

Artem está acompañado de su hermano Max, que llegó con él a Bilbao en 2019 al huir de la guerra en su país. Ahora también cuentan con la compañía de Jenia, de 19 años, e Iryna, de 38, ambas también ucranianas.

Todo el dinero que ganan lo invierten en su pasión. «En hacer carteles para repartirlos, en los vestidos... y queremos comprar una pantalla digital para poner detrás de nuestros espectáculos», reconoció Artem hace unos meses en una conversación con este periódico.

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