La Diputación rebajará las exigencias para salvar el gran proyecto de emprendimiento de la Torre Bizkaia

«Me hubiera gustado anunciarles hoy el nombre del gestor, pero no ha podido ser», admitió el político jeltzale. Porque el concurso público «ha quedado desierto». Y eso que cuatro operadores, cuya identidad prefirió preservar, se han interesado por el proyecto, «aunque declinaron presentar su solicitud». «Hubiera querido que saliera a la primera, pero esto no termina aquí. Será a la segunda, o las que hagan falta, pero el proyecto va a salir», añadió.

«Necesitamos un operador internacional con experiencia que conecta la torre a esa red mundial de centros, que atraiga a Bizkaia a emprendedores de otros países, conecte nuestras empresas tractoras con el ecosistema mundial y atraiga nuevo talento emprendedor», indicó Rementeria. Y para conseguirlo tras el fiasco del concurso público, la Diputación se ha decantado ahora por un procedimiento negociado abierto con publicidad. ¿Cuál es la diferencia? Que ya no habrá un pliego de condiciones cerrado desde el inicio y la Administración foral hablará previamente con los interesados. Con los cuatro conocidos «y con nuevos nombres. Vamos a contratar la mejor oferta», aseguró.

Hacía tiempo que el máximo responsable foral no comparecía tras el Consejo de Gobierno que su equipo celebra cada martes. Este martes lo hizo por partida doble. Primero, para presentar la hoja de ruta de la Diputación para los próximos cuatro años, y después para asumir su responsabilidad por el traspié que ha sufrido el centro de emprendimiento. Como ya informó este periódico, las escrupulosas condiciones económicas y legales del pliego lanzado para la contratación del gestor han retraído a los posibles candidatos. «Hemos sido demasiado exigentes», admitió el diputado general, que atribuyó el fallo a la falta de experiencia en un negociado de estas características. «Este es un proyecto de colaboración público-privada pionero, algo que no hemos hecho nunca. Hemos puesto unas condiciones que salvaguardan la inversión pública, pero no tanto la privada», se excusó. Y puso algunos ejemplos, como los flujos económicos de inversión pública. «Los planteamos de menos a más como un incentivo para asegurar el largo plazo del proyecto –15 años–, pero los privados necesitan sobre todo un empujón los primeros años y no tanto los últimos», aclaró.

Con todo, las dificultades encontradas para sacar adelante el futuro «Guggenheim emprendimiento» pueden ser, en palabras de Rementeria, «una piedra en el camino, pero no el final». «Nos comprometimos a encender la torre y vamos a cumplirlo», garantizó. Mientras, la obras en la antigua sede financiera del número 1 de la Gran Vía bilbaína avanzan a buen ritmo. La reforma exterior estará lista en noviembre. La Diputación acometerá entonces el acondicionamiento interior de las once plantas que alquilará en el emblemático inmueble.