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Un momento de la pasión viviente de Balmaseda.

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Un momento de la pasión viviente de Balmaseda. FERNANDO GÓMEZ

La devoción de Balmaseda congrega a una multitud de seguidores

Un Vía Crucis de dos horas y la Crucifixión, en un escenario que ha estrenado nueva imagen, cierran la representación de la Semana Santa más famosa de Bizkaia

sergio llamas

Viernes, 30 de marzo 2018, 13:15

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Los 50.000 espectadores que de media se acercan todos los años la Pasión Viviente de Balmaseda no han fallado a su cita. El día ha acompañado hoy a la representación de la Semana Santa más famosa de Bizkaia, que para esta edición ha introducido algunos cambios menores en el recorrido de su Vía Crucis, aunque se ha mantenido fiel a una tradición que se remonta varios siglos atrás en la villa.

Al ritmo de los tambores romanos, la comitiva de la Pasión Viviente ha partido a las 9.30 horas del frontón municipal que hace las veces de camerino para los 350 vecinos de la villa que encarnan algún personaje. Desde allí han marchado al Campo de las Monjas donde se recrea el juicio de Pilato, que por primera vez se ha podido seguir a través de una pantalla gigante instalada en la plaza de San Juan. Más de un centenar de visitantes ha presenciado desde allí los primeros compases de la jornada, y se ha estremecido con el realismo de la veintena de latigazos impartidos al Jesús de Balmaseda (Iñigo Ramos, de 27 años).

Ya con la corona de espinas, y cargado con una Cruz de madera de más de 65 kilos de peso, el protagonista de la Pasión Viviente ha iniciado para las 10.40 horas el recorrido por el Casco Histórico de la localidad encartada. Han sido dos horas de Vía Crucis, en el que se han introducido algunos cambios en el orden de las estaciones para dar más dinamismo a la jornada y facilitar las cosas al público asistente. Así, por ejemplo, el encuentro con la Verónica y el niño ciego se ha producido en una explanada, al poco de arrancar, y la tercera caída se ha desarrollado ya a las 11.50 horas, junto a la plaza San Juan, más accesible que las calles y recodos en los que otros años tenían lugar estas paradas.

«Todo está cumplido»

A mediodía miles de espectadores aguardaban ya el último acto junto al frontón municipal. Allí se ha levantado el escenario de 50 metros de ancho y 15 de alto del monte Calvario, que este año ha estrenado imagen gracias al trabajo de pintura desarrollado por un grupo de alumnos del Máster de Bellas Artes de la UPV. «Todo está cumplido», ha pronunciado el Jesús de Balmaseda desde su Cruz, a las 12.40 horas.

Vídeo.

«Los cambios han sido logísticos, para diversificar las estaciones, que no fueran tan seguidas y que la gente estuviera más cómoda. Ha funcionado muy bien», ha felicitado el director, José Ángel Ramón ’Zarra’, al término de la Pasión. El responsable creativo de la cita ha celebrado el buen tiempo, que ha respetado toda la mañana con cielo soleado y en torno a diez grados de temperatura. «También la Última Cena salió anoche fenomenal, con el sonido funcionando muy bien. Y hoy no había más que mirar. En los sitios clave donde tienen lugar las caídas y los encuentros no cabía un alfiler», ha apuntado. Tampoco los responsables de Protección Civil, que no han tenido que atender ninguna urgencia reseñable, han dado crédito al buen día. «Desde luego no esperábamos este tiempo», ha señalado su responsable, Enrique Pastor.

Procesión de pasos

La Semana Santa balmasedana vivirá sus dos últimas procesiones esta tarde. A las 19.00 horas se celebrará la del Entierro, que partirá de la Plaza de San Severino y contará con varios personajes de la Pasión Viviente como la Virgen María, la Verónica y los Apóstoles. Por la noche, la guardia romana escoltará la procesión del Silencio, que saldrá a las 21.30 horas del mismo punto, pero que luego enfilará hasta tomar el camino del cementerio.

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