La hija de Rebeca, la mujer asesinada en Bilbao: «Hace un mes la tiró por las escaleras y la dejó inconsciente»
La joven asegura que 'Leo' «era celoso, la perseguía y la hostigaba». El asesino ha sido trasladado este viernes al Juzgado de Guardia de Bilbao.
Araceli, la hija de Rebeca, la mujer asesinada en Bilbao a manos de su pareja hace dos días, ha reconocido esta mañana que ella también ... era conocedora del maltrato a la que la sometía el hombre que acabó arrebatándole la vida. Le había pedido que lo denunciara, porque su madre, asegura, vivía en un infierno permanente por culpa de 'Leo' B.T., de 45 años. «Era celoso, la golpeaba y yo le decía que lo denunciara. Hace un mes la empujó por las escaleras y la dejó inconsciente. Tuvo que ir al hospital», ha declarado la joven a EITB.
La mujer, muy compungida, ha explicado que el asesino confeso «la hostigaba, siempre la perseguía». Pero, a pesar de todo, nunca interpuso una denuncia en su contra, aunque Araceli rogó a su madre que lo hiciera en varias ocasiones. Rebeca trabajaba con un objetivo: traer a su hija y a su nieta a Bilbao. Estaba muy ilusionada con el bar que regentaba en el barrio de San Francisco, que le estaba yendo bien, y confiaba en poder hacerlo pronto. Pero 'Leo' truncó su sueño.
La autopsia de la víctima ya se ha realizado y el cónsul de Bolivia se ocupará de la repatriación del cuerpo. A Araceli le encantaría poder desplazarse a Bilbao para supervisar el traslado del cadáver de su madre, pero no dispone de medios económicos.
«Vivía atemorizada»
Además de la hija, las amigas de Rebeca también sabían que estaba siendo maltratada. «Tiene antecedentes por maltrato y pido por favor a las que han estado con él que le denuncien para que cumpla más años. Pero en Bolivia como boliviano, porque la cárcel de aquí para este asesino va a ser como un hotel. Que se haga justicia», dijo Ninfa Salazar en la concentración de repulsa que organizó el Ayuntamiento el día anterior.
«Era consciente, yo le decía que tenía que seguir adelante, que no tenía que vivir maltratada por nadie. Pero no quería abrir los ojos, ahora es tarde y ya no lo podemos remediar, ni con lágrimas, ni con nada. Vivía atemorizada, pero tenía sentimientos por él. No es justo perder a una gran amiga que ha estado en lo bueno y en lo malo y menos en estas fechas tan especiales, ¡No me parece justo! ¡Queremos justicia, por favor!», dijo Carolina Condori, una amiga íntima que este mismo diciembre estuvo echándola una mano en la barra. «Era una mujer luchadora, trabajadora, llevaba aquí muchos años. Se caía y se levantaba. De ella vivían sus padres, sus dos hijos y su nieta. ¿Quién se va a hacer cargo ahora? No se merecía morir así señores, no, que la dejara morir en el suelo, ser tratada como un perro. Que hasta un animal tiene derechos», dijeron. El asesino ha sido trasladado este viernes al Juzgado de Guardia de Bilbao.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión