«Los datos en internet son el nuevo petróleo»
Jueces debaten en Bilbao cómo regular el negocio del uso ilegítimo de la información que compartimos en la red, en especial de los menores
Uno de cada tres usuarios de internet en el mundo es menor de edad. Los niños y adolescentes representan el 70% de la población en algunos países del Sur, como Nigeria o Etiopia, no así en la vieja Europa. Además del abuso sexual, la pornografía infantil y otros delitos en la red, los menores sufren otro tipo de «violencia digital», como es la «obtención ilegítima de sus datos personales». «Son el nuevo petróleo», advierte Yolanda Paredes, vicepresidenta de la Asociación Profesional de la Magistratuta (APM) en el País Vasco y titular del juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao, que moderaba la ponencia sobre 'La protección de los menores en internet', durante la quinta edición de las Jornadas Jurídicas por la Palabra, que se ha celebrado este viernes en el Colegio de Abogados de Bilbao.
Los jueces han debatido sobre cómo regular la comercialización de datos tan sensibles como «la identidad, el nombre, el correo electrónico, el género, la ubicación o la dirección», entre otros, que se ofrecen en internet sin que seamos muy conscientes. También aportamos sin saberlo otras informaciones aún más valiosas «para obtener un perfil preciso» como «el historial de búsquedas o las compras, a través de las famosas 'cookies' o del análisis que realizan las plataformas». Se puede llegar a inferir de nuestra interacción en redes «cómo es nuestra salud o las creencias ideológicas o religiosas», advierte Paredes.
Nuestros hijos representan la parte «más vulnerable y grande de ese consumo digital». «Se desconoce el ingente volumen de datos que vuelcan a diario sin un consentimiento previo e informado». Algunas empresas tecnológicas, que hacen con ello un gran negocio, utilizan «algoritmos opacos para que esos menores «permanezcan enganchados durante horas y horas», con graves consecuencias psicológicas, obesidad o depresión.
El estado de ánimo
La jueza se ha mostrado partidaria de limitar las herramientas que «generan un consumo compulsivo» de pantallas en los niños. «Hay ya aplicaciones que detectan el estado de ánimo del usuario o cámaras que a través de los rasgos faciales pueden saber cómo te encuentras, lo que supone un grave quebranto de la privacidad», advierte.
Respecto a la imagen digital, Paredes ha revelado un porcentaje escalofriante. El 62% de las imágenes de niños intervenidas por la Policía a pedófilos, pertenecían a sus vidas cotidianas y habían sido colgadas por sus padres en redes, «por el orgullo de compartir». «Los padres deben ceder a los hijos la creación de su propia identidad digital», señala.
Emilio Puccio, secretario general del intergrupo sobre derechos de los menores del Parlamento europeo, invitado en las jornadas, se ha felicitado de que la Unión Europea sea «pionera» en la normativa digital, que obliga a las empresas, pese a las resistencias, a incorporar medidas de seguridad para minimizar los riesgos sobre los menores. «Es inaceptable que en internet no se distinga entre los niños y los adultos como ocurre en el mundo analógico, donde no pueden comprar tabaco ni alcohol, por ejemplo».
«Falacia»
El experto italiano ha calificado de «falacia» que internet sea un espacio de «libertad de expresión» y a la vez «un servicio gratuito». «Lo estamos pagando con los datos», afirmó. Ese uso no consentido de forma expresa de información personal puede llegar a «influir en un resultado electoral», como se barajó el año pasado en Rumanía con «las interferencias rusas a través de Tik Tok».
El vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y magistrado de la Audiencia de La Rioja, José Carlos Orga, apunta a que «la respuesta del legislador» ante la violencia sobre los menores pasa por la «especialización de los jueces». La última reforma ha creado los nuevos tribunales o secciones de violencia sobre la infancia, al estilo de los juzgados de violencia sobre la mujer, que entrarán en vigor en apenas dos meses, el próximo 31 de diciembre.
Por el momento, sólo van a empezar a funcionar en Madrid, Barcelona, que ya ha pedido dos, y en Málaga, aunque en Euskadi ya se han apuntado jueces a los cursos de formación convocados para especializarse. «Como Consejo, lo valoramos muy positivamente. Llevamos años queriendo que se rompan los juzgados isla, pero no podemos olvidar la necesidad de crear más plazas de jueces», ha recordado.