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Juan Ignacio Goiria hojea un libro en uno de los salones del edificio de la calle Navarra. maika salguero
Juan Ignacio Goiria | Presidente de la Sociedad Bilbaína

«Es cuestión de tiempo que una mujer presida la Bilbaína»

El nuevo responsable esgrime que la entidad fundada en 1839 es «una gran familia ligada a la tradición», pero rechaza su carácter «elitista»

Domingo, 5 de septiembre 2021, 01:12

Juan Ignacio Goiria ha sido elegido presidente de la Bilbaína sin ningún voto en contra. «Gracias a Dios», se congratula.

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- ¿Recuerda cuando pisó ... la Bilbaína por primera vez?

- Uf. Mi primer recuerdo es de la Primera Comunión, aunque antes me bautizaron. Y aquí me casé también.

- Toda una vida.

- Mi padre fue socio y mi hija también lo es. Ser de la Sociedad es una tradición.

- ¿Qué es la Sociedad Bilbaína?

- La crearon personas influyentes del Bilbao del siglo XIX con una finalidad: el disfrute de la cultura y el recreo.

- «Somos más que un club, somos la Bilbaína», proclama.

- A cualquiera que le pregunte sobre la sociedad más conocida de Bilbao y dónde ha celebrado un acto responderá: La Bilbaína. ¿Y por qué es más que un club?

- ¿Por qué?

- El nombre lo dice: es de Bilbao a toda costa.

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- ¿Refleja el Bilbao de hoy?

- Sí. La pregunta sería '¿cuál es el Bilbao de hoy? Porque, claro, aquí hay, más o menos, 1.500 socios. Así que habrá de todo.

- ¿Qué pretende?

- Continuar la labor de mis predecesores y, sobre todo, que el socio vuelva a sentirse mejor, como en casa. ¿Por qué digo 'vuelva'?

- Explíquese.

- En los últimos años, por la pandemia especialmente, hemos tenido un problema. Estar en casa significa que puede venir con la familia y disfrutar de las instalaciones. También pretendo tener en cuenta las opiniones de los socios. ¿Cómo?

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«Nos gustaría que las instituciones nos subvencionen algo para mantener este edificio en condiciones»

- Diga.

- A través de encuestas y entrevistas personales. La Sociedad siempre ha sido muy presidencialista, y tiene que serlo, pero es muy importante la participación de los miembros de la Junta, que los hay muy relevantes.

- ¿Es posible abrir la Bilbaína a todos los públicos?

- A ver. ¿Es posible que todo el mundo pueda acceder a un servicio sin pagar por ello?

- Evidentemente no.

- Abierta al público sí que está, otra cosa es el disfrute. Tiene que ser para el socio, que es el que la sostiene. Pero le diré algo más.

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- Adelante.

- Nos gustaría que nos subvencionen algo por tener este edificio en condiciones. No tenemos ni una sola ayuda. Se sostiene con cuotas y aportaciones. Nada más.

- Mucha gente piensa que sigue siendo un reducto elitista.

- No lo es. De hecho, para entrar en el club no hace falta ser licenciado ni tener ningún título.

- ¿Qué hace falta?

- Tener unos valores de respeto a la diversidad y unos comportamientos mínimos. Solo se pide eso. Eso no es ser elitista, ¿eh? Se entendería si solo accediesen socios de nivel económico elevado. Y no es así. Pero cuando uno entra en un club debe adaptarse a las normas. Venir con chancletas, por ejemplo...

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- ¿Sí?

- Con ellas puede ir a la planta de arriba a hacer deporte, claro, pero si viene a comer...

- ¿Podría pasar al comedor con las sandalias?

- En principio, no. En un sitio como este, tan grande, va a tener posibilidades de venir a comer en sandalias tranquilamente a un comedor, que no será el de representación, sino al otro. Es lógico. Si traigo al presidente de no sé qué club a comer, pues hombre, le llevaré ahí. Pero si tú quieres venir así tendrás otro comedor.

- ¿Eso es ya posible?

- Hoy por hoy, no. Lo será en un futuro casi con seguridad. Ahora solo puede hacerlo si le acompaña un socio.

«Jubilados de lujo»

- ¿La corbata desaparecerá?

- Hoy me la he puesto porque me ibais a hacer la entrevista.

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- Tras la admisión en 2015 de mujeres como socias, ¿asistiremos al nombramiento de alguna presidenta?

- Seguro que sí. Es una cuestión de tiempo. Poquito a poco se van adecuando las normas a las necesidades de cada época.

- ¿Tiene ideología la Sociedad?

- Ninguna, es una de las cosas de la que se nos tacha, y para nada. La tradición siempre va unida a una aparente ideología. Pero aquí hay todo tipo de pensamientos. La parte religiosa sí tiene, en cambio, peso, eso es verdad.

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- ¿Hasta qué punto?

- La inmensa mayoría de los socios son religiosos y muy integrados en la Iglesia. Salvo eso, hay de todo.

- ¿Hacia dónde se encamina?

- A ser un referente de pensamiento y discusión. Debe hacer lo que ha hecho Bilbao.

- ¿El qué?

- Reinventarse. Manteniendo lo bueno y adaptándose a la situación. Vuelvo otra vez a lo mismo: eso no es ser elitista, sino tradicional, que es diferente.

- ¿Le garantiza buen futuro?

- La prueba de fuego ha sido la pandemia. Otros clubes se han ido a pique,

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- ¿De esta misma naturaleza?

- Sí, sí. En España y en el mundo. Y este club no, lo que quiere decir que es algo más que un club, es la familia.

- Sin ofender, ¿no le preocupa que peinen muchas canas?

- Totalmente. Y no ofende. Yo tengo el pelo blanco. Nuestro jóvenes se van fuera porque aquí no hay trabajo o no encuentran su sitio. La Bilbaína aspira a ser otro tipo de referencia.

- ¿De qué tipo?

- Tenemos jubilados de lujo. Han sido presidentes de bancos, de grandes empresas... Eso es una pérdida importante de conocimiento y experiencia.

Kasparov y el asistente de Bob Dylan

A Goiria, expresidente de la Academia de las Ciencias Médicas, se le ve feliz. Solo hay que verle mientras recorre las dependencias de la sede, que mantiene ventiladores antiguos como los que aparecían en la película 'Casablanca'. Posee una de las mejores bibliotecas de Euskadi, con más de 40.000 volúmenes, entre los que figuran seis incunables y 7 cartas náuticas originales de los siglos XV y XVI. De sus paredes cuelgan cuadros de Losada, Arteta, Adolfo Guiard....

La Bilbaína es una caja de sorpresas. En ella se han rodado episodios de la serie 'El internado'. Kasparov jugó aquí al ajedrez y el asistente de Bob Dylan, al billar. Pero Goiria se queda con los empleados. «Son de la casa, esto es una familia. En los momentos duros siempre dan el callo».

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