64 arrantzales de la flota atunera se hacen las pruebas del Covid-19 antes de partir hacia el Índico

La desescalada y la nueva normalidad también se empieza a sentir en el sector pesquero. Prueba de ello es que los primeros relevos en las tripulaciones de los atuneros vascos que faenan en aguas del Océano Índico se podrán realizar finalmenteeste fin de semana, después de cerca de dos meses de espera. Hasta ahora era misión imposible debido al cierre de fronteras por el coronavirus. «Algunos arrantzales llevan cinco meses y medio fuera de casa –las campañas son de cuatro–», apuntaron desde varias empresas de Bermeo, localidad que concentra 45 de los 54 atuneros congeladores de titularidad vasca.

Para llevar a cabo el cambio, esta mañana, un total de 64 marineros, en su mayoría patrones, capitanes y personal de máquinas de las empresas Inpesca, Albacora y Echebastar se han sometido a test PCR de coronavirus, así como a pruebas serológicas en las dependencias del Instituto Social de la Marina de Bermeo. El sábado, si los resultados son negativos, partirán rumbo a Seychelles. «Nos fletan un avión como a los futbolistas», bromeaban uno de los arrantzales a la salida.

Las muestras se han enviado de inmediato al hospital de Galdakao y «los resultados se conocerán esta misma tarde o mañana y se notificarán directamente a la compañía», apuntó el presidente de la DYA de Bizkaia, entidad encargada de realizar la pruebas, Fernando Izagirre. Antes de pasar los test, a los arrantzales se les ha tomado también la temperatura con la ayuda de una nueva cámara térmica adquirida por la asociación y que se ha estrenado para la ocasión.

El Gobierno vasco también realizó, a finales del pasado mes, estos mismo test a todos los arrantzales de bajura de Bizkaia y Gipuzkoa que faenan en la costera de la anchoa y «próximamente pasará también otro grupo de altura», detalló Izagirre. En principio, los tripulantes que viajarán al Índico tienen previsto desplazarse en autobús hasta Madrid donde tomarán un vuelo directo hasta Mahé, donde pasarán directamente al barco. «En el vuelo de vuelta vendrán los compañeros que están allí, que también irán del barco al avión sin parada alguna», señalaron desde una de las compañías de la villa marinera.

Las bromas han sido la tónica general entre los arrantzales mientras esperaban turno para realizar la prueba, pese a que son conscientes de que les espera un largo periodo en la mar en plena época del monzón. «La empresa no nos ha dicho nada por el momento, pero yo voy mentalizado para estar más de cinco meses», apuntó uno de los bermeotarras que partirá el sábado.

Si en el Índico, pese a la demora, finalmente se realizarán los relevos, en el Pacífico la situación es bien distinta. «Todavía no podemos hacerlo, no hay manera de volar allí. Hay barcos con la campaña cumplida que han tenido que salir de nuevo a la mar. En cuanto haya opción se podría fletar también un avión, pero por el momento no es posible», apuntaron desde una de las empresas bermeanas que faena en ese océano. Mejor suerte han tenido las tripulaciones de algunos atuneros del Atlántico, que han podido regresar a casa estos días desde Canarias.