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Mirari Artime
Ondarroa
Lunes, 3 de febrero 2025, 17:26
El Ayuntamiento de Ondarroa (EH Bildu) está dispuesto a estrechar el cerco sobre los pisos vacíos. En el último censo municipal han constatado la existencia de un total de 619 casas deshabitadas. «Llevamos años buscando medidas para minimizar el problema de las viviendas sin habitar y el cobro del recargo del IBI es una de ellas», han señalado desde la alcaldía de Urtza Alkorta.
Por ese motivo, la Corporación, en la que también participa el PNV como único partido en la oposición, ha dado el visto bueno a reducir las exenciones que se han aplicado hasta ahora para evitar el gravamen de un 50% en el Impuesto de Bienes Inmuebles en los domicilios desocupados.
Entre los argumentos que la Administración costera rechazará y que ha sido uno de los más empleados en las últimas legislaturas figura la acreditación de unos consumos anuales mínimos de electricidad (554kWh) o gas (975 kWH), que los propietarios justificaban con recibos del ejercicio anterior.
«Como novedad también destaca que a partir de ahora, el Ayuntamiento dejará de enviar cartas a los dueños de esas casas para explicarles la normativa y las exenciones existentes», indican portavoces municipales. «Los que quieran beneficiarse de ellas deberán ponerse en contacto con las oficinas administrativas antes del 31 de marzo y acreditar las razones que les asisten», han añadido las mimas fuentes.
Otra de los motivos que ha quedado suprimido afecta a viviendas nuevas de promoción que si no cuentan con inquilinos deberán asumir el recargo después de un año desde la concesión de la licencia de uso.
«También ha sido anulada la norma que implicaba a las viviendas transmitidas en los tres meses anteriores y en los dos siguientes al devengo del impuesto, siempre que la casa comprada estuviese inscrita en el padrón municipal en el plazo de tres meses», detallan desde el Ejecutivo local.
Entre las razones que siguen en vigor para no pagar el recargo se encuentran los inmuebles que están en obras para su rehabilitación y aquellos que son declaradas en ruina o no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad, en ambos casos tras un informe municipal previo.
También entrarán en esa lista las casas de vecinos empadronados que se encuentran en la residencia de mayores o centros de inclusión social, los caseríos vacíos –siempre que haya estado inscrita en el registro foral de explotaciones– y aquellas en las que los titulares, su cónyuge o pareja de hecho se han trasladado a otro municipio fuera de la comunidad autónoma por razones laborales.
En el lado contrario, el Ayuntamiento informará a los propietarios que cedan su piso a Alokabide de la bonificación del 50% en el pago de ese impuesto. En la actualidad, en Etxebide hay tramitadas 220 peticiones de ciudadanos de Ondarroa a la espera de acceder a una casa.
En las inmobiliarias de la localidad, sin embargo, apenas existen ofertas de alquiler. «Funciona el boca a boca», reconocen desde las dos principales agencias de la villa. «Hay muchísimas peticiones, pero no hay ninguna casa para ofrecer», recalcan.
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