Ibarrangelu amplía varias curvas del vial de Akorda para reducir su peligrosidad

La BI-4236 de titularidad foral, que une Ibarrangelu con el barrio Akorda del municipio, esta siendo objeto de diferentes mejoras, a fin de garantizar la conducción segura de los vehículos. «Se trata de una carretera con bastantes curvas, que consta de una sección de cuatro metros, sin arcenes y cunetas en tierra en su margen izquierda, por lo que circular por la misma resulta bastante peligroso, sobre todo en verano que es más transitada», señaló el alcalde Ibarrangelu, Jesús Mari Ziluaga.

Dada la complicada orografía del vial, la Diputación está llevando a cabo varios trabajos para adecentar el camino con la ampliación, en lo posible, de su único carril. El plan tiene también como fin aligerar las curvas, «que en la actualidad cuentan con radios menores a 50 metros y pendientes de entre un uno y 9,2 por ciento de desnivel», apuntan fuentes municipales.

Las obras, que se espera que concluyan para finales de este año, cuentan con un presupuesto 275.000 euros, que serán sufragados tanto por la Administración foral como por el Consistorio local. El proyecto de obra propone la ejecución de una serie de apartaderos «para que se puedan cruzar dos vehículos en sentido contrario en unas condiciones de seguridad mínimas», explicó el primer edil ibarrangelutarra.

Estos espacios se acomodarán «cada 300 metros» a lo largo del trazado, de aproximadamente dos kilómetros y medio de longitud. Los apartaderos se diseñarán con una longitud de 15 metros y 2,5 metros de anchura. «En total se ha propuesto la ejecución de seis zona de este tipos, cinco de ellas donde se amplia la calzada gracias a la existencia de bermas laterales, y otro en el tramo final donde se prevé realizar un relleno de escollera», apuntan los responsables del plan.

Además, para aumentar el ancho disponible de la calzada se ejecutarán modificaciones en la cuneta existente, de tan solo medio metro de ancho, por otra revestida de hormigón.