La flota vasca de bajura se suma el lunes a la costera de la anchoa y pone fin a la huelga

Los arrantzales no quieren perder la principal campaña de la temporada. «No podemos seguir más tiempo en tierra, los bancos de bocarte se desplazan hacia el oeste y cada vez nos resulta más caro ir detrás de la pesca», detallaron varios patrones ondarreses. «El lunes, a partir de las nueve de la mañana, soltaremos amarras», anunciaron.

En sintonía con la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, aunque ni Bizkaia ni Gipuzkoa forman parte de esta entidad, el sector vasco ha decidido «dar un voto de confianza al Ministerio, aunque sabemos que las ayudas no llegarán enseguida, como ocurrió con la pandemia», reconocieron.

Según portavoces del sector, el Gobierno estudia medidas «que limitarán al máximo el impacto del coste del gasóleo en la cuenta de la explotación pesquera», señalaron. La resolución se incluirá en el Decreto Ley que se publicará el próximo martes tras el Consejo de Ministros. «Esperamos que sean lo suficientemente buenas», reiteraron.

Las cofradías vascas, no obstante, se mantienen expectantes ante la evolución de las protestas de los transportistas al temer por la comercialización de su mercancía que, en el caso de especies como la anchoa y el verdel, se caracterizan por tratarse desembarcos masivos. «No queremos ni imaginar con que panorama nos vamos a encontrar si tenemos las lonjas llenas de pescado y nos encontramos con problemas para poder transportarlo», señalaron.

«No obstante, en lonjas como Pasaia prácticamente han funcionado con normalidad, veremos», manifestaron. Precisamente, con el objetivo de evitar la llegada masiva de caballa y su devaluación en el mercado, los patrones vascos vuelven a reunirse el viernes para debatir sobre la posibilidad de autolimitar las capturas.