Los científicos embarcan para analizar cómo será la costera del año que viene

Los buques oceanográficos 'Emma Bardán' y 'Vizconde de Eza' han zarpado con sendos equipos científicos a bordo para desarrollar la campaña Bioman, que el Ministerio de Pesca ha encargado al centro tecnológico Azti, con una de sus sede en Sukarrieta, para evaluar el estado de las poblaciones de anchoa y sardina en el Golfo de Bizkaia.

Llevarán a cabo el estudio tanto en la zona económica exclusiva de España como de Francia, que abarca desde el centro del Cantábrico hasta el sur de Bretaña, justo el área en el que habitualmente desarrolla su actividad la flota cerquera.

Los datos que se obtengan de esta expedición servirán para que el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) pueda hacer sus recomendaciones a la Comisión Europea sobre los totales admisibles de captura (TAC) y cuotas para que la explotación de ambas especies sea sostenible.

En definitiva, para determinar cuánto se podrá pescar en la costera del bocarte el año que viene. También para fijar el cupo máximo de sardina que podrán autorizar España y Portugal, en el marco del plan de gestión de la especie que comparten.

Para saber cuánta cantidad de bocarte y sardina hay en el caladero, los científicos utilizan métodos como el análisis de huevos, estudios acústicos y caracterización hidrográfica.

La recogida de datos, apunta el Ministerio de Pesca «también incluirá observaciones sobre biodiversidad marina, presencia de microplásticos y análisis del ADN ambiental, dentro de un enfoque ecosistémico que incluye cetáceos, aves marinas, tiburones, peces y plancton», añaden desde el Gobierno.

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